viernes, 17 de febrero de 2012

Aceite de ricino


Sancho Dávila fue a ver a don Pedro Parias, gobernador civil de Sevilla,  para decirle: “Al doctor Morales hay que fusilarlo porque constantemente está poniéndonos chinitas y esto no se puede tolerar”. Sancho Dávila estaba al frente de la Jefatura Territorial de Andalucía de Falange Española. El doctor Juan Luís Morales era  en aquellos sangrientos años Vocal de la Comisión Provincial de Primera  Enseñanza. Me contó algo increíble: “Durante la guerra civil se castigaba a soldados y a ciudadanos corrientes con purgantes de aceite de ricino en dosis elevadas para producir diarrea. Y  a uno de esos animales que estaban al frente de la situación se le ocurrió castigar a los niños con aceite de ricino. Entonces me fui a ver al secretario del gobernador civil y le dije que no se podía tolerar que se hiciese beber aceite de ricino a los niños. Me contestó que no me preocupara; que esa manera de castigar se suprimiría  inmediatamente.”
-¿Quién le libró de ser fusilado por los falangistas?
-El abogado sevillano don Ángel Camacho, que era muy afecto a don Pedro Parias. Don Ángel se expuso mucho al intentar impedir el fusilamiento de Blas infante.
 El doctor Morales vivía en Virgen de la Antigua, 5. Eran las cuatro de la tarde cuando en su despacho dijo:
-¿Me conoce usted?
-Es la primera vez que le saludo,  pero cuando paso por la calle Luís Montoto veo lo suyo: el “Instituto de Puericultura Juan Luís Morales”, le respondí.
-Pues el Instituto está en peligro, porque ahora está en manos de unos inexpertos. Nos jugamos el bien de los niños de Sevilla. No voy contra las personas, pero sí contra los cargos, contra las  autoridades sanitarias.
-Es usted un guerrillero.
-Muy guerrillero. Tengo 86 años y seguiré siéndolo. ¿Sabe usted que mi padre estuvo trabajando en la Administración de El Correo de Andalucía cuando ese periódico daba “guantas” para ganar dinero?
-¿Cómo entró?
-Andaba muy mal de dinero y lo recomendó mi tío don Manuel Rojas Marcos. Uno de sus directores, Jesús Pavón, fue cliente mío. Y recuerdo a mis amigos periodistas Manolo Murga, Joaquín Carlos López Lozano, Ramón Resa, Ruiz Teruel, Montoto y Pedregal.
El doctor Morales era miembro numerario de la Real Academia de Medicina de Sevilla. Es autor de  “El niño en la cultura española”. La obra consta de cuatro tomos. Tiene 4.000 páginas y 1.000 grabados. Durante doce años seguidos la escribió desde las doce de la noche hasta las cuatro de la madrugada. Era padre de nueve hijos.