jueves, 30 de junio de 2011

De la SER a TVE para sufrir

El nuevo director del Centro Regional de TVE en Sevilla, Francisco Millán, lo presagiaba: no se celebró su  toma de posesión, porque los que debieron asistir tenían  el calendario muy ocupado. Así que el acto tuvo un carácter muy íntimo y lleno de  presentimientos: Millán duraría poco en el caro. Lo cesaron a los seis meses, cuando apartaron de la dirección general de Radiotelevisión española a Fernando Castedo y a su equipo de confianza.
Durante ese tiempo trabajó con intensidad desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche y renunció a las numerosas invitaciones oficiales y sociales de comidas. Esta  actitud, que era beneficiosa para su salud,  no le libró de recibir noticias de los que entonces  ponían límites a su libertad:
El gobernador civil de Sevilla, Sanz Pastor,  puso en su conocimiento que no quería ver  la cara de Pilar del Río en la televisión, porque era de izquierda y porque había dicho palabrotas contra un ministro en una rueda de prensa. El  delegado del Gobierno en  Andalucía, Pérez Millares,  le amenazó telefónicamente porque uno de sus redactores había citado, como fuente de información, al PSOE en relación con los resultados del referéndum de 1981 sobre la permanencia de España en la OTAN.
 -¿Te casaste con una médica?
-Sí, pero cuando la conocí era una chica que estudiaba segundo de Medicina y la mujer más encantadora que había conocido. Ella fue mi gran oportunidad.
–¿No te importa que tu esposa sea de las que quita el sentido a más de uno?
-No, porque solamente anestesia a niños en el Hospital Infantil.
-¿Qué has abandonado en tu vida?
-Los estudios universitarios por entrar en Radio Vida.
-¿Te fue bien?
-Sí. Después me coloqué en Radio Sevilla y se me ocurrió, con Paco Casado, organizar el primer  festival  internacional de cine en nuestra ciudad
Uno de los primeros en acudir al festival fue el delegado para Europa de la “20th  Century Fox”, señor  enamount. Nada  más bajarse del D-C 9, saludó a sus anfitriones y expresó este deseo:
-Me gustaría tomar caracoles en la calle Santander.
-Eso está hecho, dijo Millán muy sonriente.
Eran las cuatro de la tarde de un día de agosto en el aeropuerto de San Pablo. Veinticuatro horas despuéste llegaron Otto Preminger, Comencini, el de “Pan, amor y fantasía” y  Pedro Almodóvar.