lunes, 30 de mayo de 2011

Vargas Llosa

2-4-74 MarioVargas Llosa ha inaugurado en la universidad de Sevilla la cátedra de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras. La primera lección-coloquio del autor de “Pantaleón y las visitadoras”, su más reciente obra,  versó sobre "Variaciones en torno a la novela hispanoamericana".
El escritor peruano, de 38 años, está a punto de ser padre por tercera vez.

─¿Qué habrán pensado de usted los estudiantes que le han escuchado?
─Siento la misma curiosidad que usted.
─¿Servirá alguna de sus  obras para saber cómo es?
─En "Conversaciones en la catedral", he aprovechado mucho mi experiencia como periodista. En el periodismo hice de todo: redactor de sucesos, entrevistador, editorialista, etc. etc.
─¿Observó  que había muchas mujeres entre sus oyentes?
─¡Cómo no! Es que las mujeres están salvando a la literatura, por lo menos en las Universidades. Mi impresión es que ellas están dominando los departamentos de literatura, porque el número de estudiantes varones es pequeño.

─¿Qué tal estuvo el coloquio?
─Muy bien. Afortunadamente no surgió ningún loco;  cosa extraña porque las conferencias literarias atraen mucho a los locos...
─¿Tiene esto explicación?
─Creo que hay unas fronteras donde literatura y locura se confunden un poco...
─¿Sigue teniendo cariño al periodismo?
─Mucho, pero el periodismo es muy peligroso para el escritor, porque te exige un tipo de utilización funcional del lenguaje que se puede convertir en un hábito y esa mecanización del lenguaje es fatal...
─¿Dónde está lo bueno del periodismo?
─En que es una fuente extraordinaria de experiencias para un escritor. Ha habido grandes escritores que han sido periodistas.
─¿Sería muy caro si volviera a ejercer la profesión?
-Procuraría que me pagasen bien lo que no me pagaron cuando  tenía que recorrer todas la noches las comisarías de Lima para averiguar los muertos, los borrachos...
─¿Cuándo ha estado más cerca del dinero?
─Cuando estudiaba el primer curso de Letras. Entonces me coloqué en un Banco... Me destinaron a la caja y el primer día de trabajo perdí 500 soles, que era el sueldo de un mes... A las 24 horas presenté mi renuncia.
─¿Ha escrito sobre España?
─No. Tampoco he escrito sobre Francia, donde permanecí casi siete años, ni sobre Inglaterra, donde viví cuatro años.
─¿Sólo le ha inspirado Perú?
─Hasta ahora, sí; pero eso no significa que esos años que he vivido en el extranjero no estén en lo que he escrito...
─¿Se  quedará para siempre en España?
─A mediados de junio me marcho a mi país.
─¿Le  sienta mal este clima?
─¡Qué va! Llevo cuatro años viviendo en Barcelona. Regreso a Perú porque he comenzado una novela y me exige una documentación de ambiente.
─¿Es muy distinto esto de aquello?
─Sevilla tiene mucho parecido con mi ciudad nata, Arequipa.
─¿Lo dice por cumplir?
─No, porque usted  no sabe si Arequipa es bonita o fea. En mi ciudad también hay rejas en las casas, como aquí, y muchos patios...
─¿Y la gente?
─Eso no lo sé, porque no conozco el espíritu de Sevilla tan profundamente como el de mi país, pero por lo menos el decorado tiene muchos puntos de contacto...
─¿Ha exigido dinero alguna vez por las entrevistas?
─Nunca me han pagado las entrevistas que me han hecho como víctima, pero sé que hay países en que las entrevistas se pagan y me parece bien, porque todo trabajo debe  ser pagado...
─Me voy, por si acaso...