sábado, 7 de mayo de 2011

Recordando a El Correo: Multa, secuestro

Desde uno de los despachos de la Universidad de Barcelona fue arrojado a la calle un busto del Jefe del Estado. Así querían ver los estudiantes al dictador  Franco en persona. Días antes de este incidente había sido decretado el estado de excepción en toda España. (24 de enero de 1969).
Centenares de españoles fueron detenidos, encarcelados o deportados. Uno de ellos fue enviado, desde la capital hispalense,  a la cárcel de Segovia. Era el líder sindical Eduardo Saborido. Sus compañeros de Sevilla no le olvidaban. Le enviaron,  en una lata de leche condensada el primer número de la revista clandestina “Realidad”, dirigida por Francisco Acosta.  .
Aquel año, la gripe  tenía en cama a media Europa, menos a  la Hermandad Provincial de Alféreces Provisionales de Sevilla que declaró “persona non grata” a José María Javierre, director entonces de El Correo de Andalucía.

Meses antes  del estado de excepción, el  Gobierno,  como estimó que unas declaraciones del ex catedrático García Calvo, publicadas en El Correo, atacaban  los principios fundamentales del Régimen, le impuso una multa 50.000  pesetas.
Y, porque un breve artículo descubría el arma secreta de algunas empresas sevillanas para despedir a trabajadores, el periódico fue secuestrado el 17 de junio de 1970.
Al periódico no le ocurrió nada cuando informó a sus numerosos lectores del ingreso de un trabajador (Jaime Baena) en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Sufría fiebre alta que le sobrevino cuando se encontraba detenido en la Comisaría de Policía, según manifestaron los agentes del orden.
 La esposa del enfermo, disconforme con  el diagnóstico policial, lo puso en conocimiento del Juzgado de guardia.
Era muy probable que Jaime Baena recibiese en las dependencias policiales una sobredosis de obleas.
Incluso llegó a insinuarse que cayó por las escaleras de la Comisaría, empujado por la mala suerte.