jueves, 1 de junio de 2017

Más tirano que dictador

Franco pidió personalmente a Alfonso XIII que fuera su padrino de boda. El rey accedió y estuvo representado en la ceremonia religiosa por un general. Cuando ya era Jefe de Estado dijo que los reyes suelen ser ingratos. Se le escapó la frase al ver un documento en el que Carlos I concedía privilegios a un descendiente de los Incas. Cuando el ministro que le acompañaba alabó la generosidad del rey de España, Franco dijo: “Sí, sí. Pero cuando se sublevó el conquistador Gonzalo Pizarro, el rey lo mandó matar”.

(Momentos antes de que el verdugo le cortara la cabeza de un solo golpe, dijo a los presentes que no tenía medios para mandar decir una misa por el bien de su alma y les rogó que le hicieran esta caridad). 

Franco, desde que se casó con Carmen Polo, rezaba en familia el rosario todas las noches. Había tardes que firmaba sentencias de muerte. Marhuenda, en la Sexta Noche, se mostró bufón y grosero con algún compañero de tertulia cuando debatieron sobre Franco. Nadie dijo que fue más tirano que dictador.