Sabía de Alfonso Carlos Comín que pasó
por el sur haciendo el bien. Vivió algún tiempo en Málaga con su
esposa para conocer de cerca las raíces de la inmigración andaluza. Le
dolía que el ministro franquista, Laureano López Rodó, del Opus Dei,
hubiera exportado a Cataluña capital humano y dinerario de Andalucía convirtiéndola en victima de la política desarrollista del gobierno.
Comín no es catalán. Cuando estuvo en Sevilla tenía 41 años. Nació en
Zaragoza. Desde los nueve vivió en Barcelona. Allí se había enfrentado
a la derecha que utilizaba la religión para justificar su poder
económico y político. Escribió un libro que refleja cómo pensaba y cómo
vivía: “Cristiano en el partido, comunista en la iglesia”. ..
-¿Cómo va a ser el autogobierno de Cataluña?
-Fundamentalmente solidario con las demás comunidades autónomas del Estado español.
-¿Acaba de hacer una frase brillante?
-De ningún modo.