viernes, 19 de agosto de 2016

Sabía hacer el bien

El periodista y abogado Luís Joaquín Pedregal Sanmartino escribió y habló de Sevilla con la constancia  de un enamorado. Nunca comenzó sus cartas con la frase “Mi querido amigo” porque decía que la  amistad, como el amor, no requiere adornos. 
Los mejores honorarios que recibió como letrado se remontan a 1929. Aquel año defendió a un procesado que, días después del juicio, vino andando desde un lejano pueblo para mostrarle su agradecimiento: le entregó un duro de plata, moneda de curso legal en aquel tiempo. Un duro que a Pedregal le pareció de luna y sangre.
Fundó la primera Asociación Protectora de Animales y Plantas en Sevilla. Durante el acto fundacional no pensó en los toros. El periodista no se perdía las corridas que se celebraban en la plaza de la Real Maestranza. 
En más de una ocasión comentó a los compañeros en el periódico que quería ser amortajado con la túnica blanca y celeste de la Hermandad de la Hiniesta. Fue un hombre bueno que sabía hacer el bien.