miércoles, 15 de junio de 2016

Partido y debate

No hubo sangre en el Debate a cuatro. Se esperaban moratones por la inquietante proximidad de algunos participantes. No se sacrificó ningún cordero. Pero sí que se hicieron la pascua. La reunión terminó como el partido de España contra la República Checa; alguien ganó por la mínima.


COSA DE TRES
En el debate a cuatro Mariano Rajoy recalcó que gobernar es muy difícil. Como la carga es tan pesada se mostró partidario de presidir un gobierno integrado por el PP, PSOE y Ciudadanos. El presidente en funciones lamentó la poca preparación que tenían sus adversarios, a los que advirtió que a la Moncloa no se viene a hacer prácticas.

IGLESIAS
Al líder de Podemos no le sienta bien el uso de la ternura con sus compañeros de debate. En esta ocasión a su mano tendida le crecía el dedo corazón y no el dedo índice dirigido a la yugular del adversario como tiene por costumbre. Pablo Iglesias gesticuló y murmuró cuando le hablaban de Venezuela y de la salida del euro. No se defendió.

RIVERA
Al final del debate se le veía muy satisfecho. Con sus intervenciones quiso hacer ver que Ciudadanos no es una sucursal del PP, al que atacó al hablar de la corrupción. Albert Rivera se mostró como un soñador con los pies en la tierra. En la tierra que gira alrededor del sol. Malgastó palabras cuando  dijo: “Si yo gobierno…”

SÄNCHEZ
Se refirió a Rajoy como el presidente de gobierno que no se merece España. La frase es como una versión piadosa de “usted no es decente”, frase que pronunció en el cara a cara de hace meses y de la que confesó más tarde que no debió decir. Pedro Sánchez culpó repetidamente a Pablo Iglesias del actual desgobierno de nuestro país.

ADA Y GERARD
Se espera que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no declare persona non grata al vecino de la Ciudad Condal Gerard Piqué, de profesión futbolista, responsable de lo ocurrido en Toulouse. Se encontraban en el escenario del hecho numerosos viajeros procedentes del reino de España y de la República Checa. Entre ellos no estaba la activista Ada Colau, que fue una pieza importante del “movimiento okupa”.