Le fallaban las
piernas a don Santiago Montoto. Llegó del brazo de su discípulo
predilecto Daniel Pineda a la Feria del Libro. Firmó ejemplares de
“Fernán Caballero”, la obra preferida del anciano escritor. Su“Biografía de Sevilla” se había agotado. Vio la Feria “como una cosa
plácida, sin apretujones por comprar libros y bastante camaradería,
algo importante en gente de letras”. Era licenciado en Derecho y
Filosofía y Letras. Aquel día (26 de marzo de 1971) encabezaban la
lista de libros más vendidos “Autopista” de Jaime Perich, “Andalucía
¿tercer mundo?” (Antonio Burgos) “La fauna ibera” (José A. Garmendia) y
“La sotana colgada” (Manuel Ferrand).
Don Santiago echó de menos en la Plaza Nueva un lugar donde tomar un refrigerio para recobrar fuerzas.
No
lee en la cama. Sólo duerme. Se acuesta a las once y cuando se
despierta a las cinco de la madrugada oye la radio. Sintoniza, sobre
todo, la BBC. Él fue colaborador de esta emisora durante ocho años.
Dejó de trabajar para los ingleses por una discrepancia del gobierno
español con el británico. Cita a Cervantes: Letras sin virtud son
perlas en el muladar.
(En la foto: Salado, Barrios, Solís, Requena. Grosso y Ferrand)