De vez en cuando un inocente es llevado al Poder, al Poder Legislativo. Esto le ocurrió al bebé de Carolina Bescansa el día de la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados. Es inútil averiguar si en su gesto hubo sensatez o pasión de madre por la política.
Dicen los publicistas que hacer buenos anuncios no es nada fácil, pero aprobarlos tampoco. Ella es doctora en Ciencias Políticas y Sociología, cofundadora de Podemos y de familia rica. Tiene otra hija. La identidad del progenitor se desconoce.
En la coreografía de comentarios que suscitó el hecho no se aludió al padre de su segundo hijo. Quizá estuvo sentado en la tribuna de invitados viendo cómo pasaba su criatura de los tímidos brazos de Iñigo Errejón a los de Pablo Iglesias, más cualificados para la ocasión.
El niño no se asustó cuando el líder de Podemos utilizó la comunicación no verbal para expresar lo que antes había dicho: Prometo acatar la Constitución y trabajar para cambiarla, etc..
