lunes, 9 de noviembre de 2015

Un catalán


 -“Yo siempre me pregunté qué pecado habría cometido mi idioma para haberlo tenido de rodillas tantos años. Uno no podía ni hacerse tarjetas privadas en catalán si antes no se pedía permiso a la autoridad. Me pregunto por qué se persiguió a una lengua que es una cosa viva, una obra de Dios”.  Así se lamentaba el escritor Xavier Benguerel mientras sacaba del bolsillo una caja de pastillas que su esposa le había recomendado, ante la amenaza de la gripe.
-¿Le cuida?
-Mucho. Gracias a ella no represento los 69 años que tengo. No hace mucho me regaló un sombrero. Lo estrené para ir a Bilbao. Aquel día me sentí casi un personaje, pero al pasar por la aduana me sentí humillado cuando alguien con un golpecito lo tiró al suelo.
-¿Qué buscaba la Policía sus ideas o documentos en catalán? 
-Si me hubieran pedido que me quitara el sombrero, yo lo hubiera hecho respetuosamente.  En cuanto a mis ideas, soy republicano por naturaleza y por tradición de mi abuelo. Además soy federalista porque mi abuelo era suizo y siempre me habló de que la federación había hecho la grandeza de Suiza  y es lo que puede unir a los hombres.
(Xavier Benguerel permaneció exiliado 18 años .Le daba mucho miedo, desde 1936, el rencor de los hombres).