-“Yo siempre me pregunté qué pecado habría cometido mi idioma para
haberlo tenido de rodillas tantos años. Uno no podía ni hacerse
tarjetas privadas en catalán si antes no se pedía permiso a la
autoridad. Me pregunto por qué se persiguió a una lengua que es una
cosa viva, una obra de Dios”. Así se lamentaba el escritor Xavier
Benguerel mientras sacaba del bolsillo una caja de pastillas que su
esposa le había recomendado, ante la amenaza de la gripe.
-¿Le cuida?
-Mucho.
Gracias a ella no represento los 69 años que tengo. No hace mucho me
regaló un sombrero. Lo estrené para ir a Bilbao. Aquel día me sentí
casi un personaje, pero al pasar por la aduana me sentí humillado
cuando alguien con un golpecito lo tiró al suelo.
-¿Qué buscaba la Policía sus ideas o documentos en catalán?
-Si
me hubieran pedido que me quitara el sombrero, yo lo hubiera hecho
respetuosamente. En cuanto a mis ideas, soy republicano por naturaleza
y por tradición de mi abuelo. Además soy federalista porque mi abuelo
era suizo y siempre me habló de que la federación había hecho la
grandeza de Suiza y es lo que puede unir a los hombres.
(Xavier Benguerel permaneció exiliado 18 años .Le daba mucho miedo, desde 1936, el rencor de los hombres).