martes, 6 de octubre de 2015

El poder masculino parece siempre lo natural


- Gina, le hago una pregunta divertida. ¿tiene algún “jardín secreto” en el que pueda despejar su mente?
La actriz italiana respondió a su interlocutor Robert Graves: 
“¿Un jardín secreto?”
El escritor inglés insistió: Sí, un lugar imaginario, una especie de cielo propio en su mente, en el que pueda estar sola. Un jardín imaginario.
- Pues, no, contestó la Lollobrígida.
Me acordé de esto al leer en el Diario de Sevilla el artículo de Amparo Rubiales sobre el ensayo de  Wirginia Woolf  “Una habitación propia”. 
Comenta la doctora en Derecho que la vigencia de lo escrito por esta mujer, a comienzos del siglo pasado, sirve también para hoy. Sobre el retroceso en derechos y libertades que se está produciendo de un modo general  dice que afecta de manera especial a las mujeres una vez más. Su petición es muy lógica: Las mujeres, la mitad de la humanidad, necesitamos "un cuarto propio “ para ser libres e iguales. Y cuando  se refiere a la otra mitad de la humanidad hace esta pintada en la pared de la vida: El poder masculino parece siempre lo natural, lo lógico.

(Es dura la opinión de Virginia Woolf sobre el escritor inglés Robert Graves,  después de que éste,  siendo muy joven,  la visitara: “Los sensibles también son necesarios, los medio hechos,  los balbucientes que quizá consigan un puesto en Oxford”)