El Palacio de Injusticia está abierto como un
libro. Su dueño, Joaquín Navarro Esteban, era magistrado. Falleció en
2007. En sus paredes de papel se puede leer una pintada de Tomás Moro:
“En beneficio de la seguridad jurídica otorgamos al diablo la
protección de la ley”.
Hay un pasillo con sombras que conducen al
23/f que está muy oscuro. Por el suelo letras desordenadas que todavía
no ha barrido el tiempo. Sobresale la X por su tamaño y misterio.
Se
escucha a Aznar disponiendo que Instituciones Penitenciarias dependa
del Ministerio de Interior. Los jueces no quieren que el ejecutivo
mande en el campo penitenciario porque la ejecución de lo juzgado es
cosa de ellos. Por supuesto están en contra de que el Ministerio Fiscal
dependa del poder ejecutivo, porque no es compatible con la
independencia de la justicia.
El dueño del Palacio de Injusticia es
Premio Ramón Gómez de la Serna de la Academia de Humor 1997. Estuvo
vinculado al socialismo marxista.