lunes, 1 de junio de 2015

El hijo del capitán republicano

-¿Hacemos el día de mañana un viaje en el barco que estás pintando?
José Luís Fabre acabó su acuarela, rodeado de curiosos que no oyeron lo que comentó:
-Sé que ya no tengo mañana, pero sigo ilusionado por hacer algo más en la vida, aunque hace 87 años que nací en Almería, donde había legañas, hambre y alpargatas.
Su madre estuvo detenida varios días en el castillo de Santa Bárbara, en Alicante, porque la sorprendieron bordando una bandera del partido comunista.
-Siempre recuerdo a mi madre con mis cuatro hermanos y yo, todos muy pequeños, escapándonos de los falangistas. Era como una gallina que protege a sus polluelos.
-¿Encontraste a la mujer de tu vida?
-Sí, pero su familia no me quería porque yo era comunista. La metieron en un convento. Entonces yo, que era ateo, para poder verla, tenía que ir a misa todos los días. Después le saqué el carné del PC. Fue la madre de mis dos extraordinarios hijos.
-¿Tu suegro?
-Era un inválido, afiliado a la Falange. Un día le oí decir que habían dejado sin ropa al cadáver de un hombre hallado en la antigua Venta de los Pajaritos. Sospeché de él.
-¿A qué se dedicaba tu padre?
-Trabajaba en el puerto. Era estibador. No sabía leer ni escribir. Huyendo de España para no intervenir en la guerra, lo apresaron en Alicante, que era zona roja y llegó a ser capitán republicano. Tuvo personas que previamente le sacaron del analfabetismo.
-¿Siempre has sido tan respetuoso y tan respetado?
-No. Un día, al ver un desfile de falangistas, simulé que escupía su bandera y se lió…
-¿Tenías motivos para hacerlo?
-A los niños que comíamos en el Auxilio Social nos metieron en un camión y nos llevaron a hacer la Primera Comunión. Yo me escapé. Cuando volvieron para desayunar me metí en la fila y me sacaron a empujones. Y por la ventana los vi comer.
(Fabre cogió su acuarela y evitó poner la cara al sol. Estaba en la ría de Punta Umbría. )