viernes, 8 de mayo de 2015

No cree en el fuego eterno de los curas (y 2)

Cuando estuvo en Capadocia, Manuel Silva Díaz no podía imaginar cómo vivírían los primeros cristianos en aquellas cavidades que abrieron en las rocas volcánicas, en aquellas ciudades subterráneas huyendo de los soldados romanos.
-¿Cómo era el Dios de tu niñez?
-Una persona muy buena, y al mismo tiempo era terrible, porque castigaba con el fuego eterno a los que morían en pecado.
-¿Y ahora?
-Creo en Dios, pero no en el infierno del que hablan los curas.
El Bosco pintó el infierno muchas veces y la Iglesia se encargaba de quemar las obras que podía porque las consideraba heréticas. Un fan de este pintor flamenco fue el rey Felipe II de España. También Picasso pintó la tristeza profunda. Llamó al cuadro "El infierno".
-¿Qué te parece el pintor malagueño?
-Picasso se rió del Arte. Cada vez que entro en el museo de Málaga, salgo más mosqueado. No me dice nada.
-Eres de los más veteranos de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía. ¿Qué obras de compañeros te atraen más?.
-De los históricos, las de Paco Sánchez. De los otros, las de Alberto de Burgos, Luis Lomelino e Inma Santana.
(Fotos de Maria Jesús González, socia de honor de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía)