domingo, 24 de mayo de 2015

En barrios como Torreblanca donar sangre es una seña de identidad (y 2)

“Mañana donaciones”. Estas dos palabras escritas a mano se podían leer de vez en cuando en un bar de Sevilla. Los dueños del establecimiento eran dos hermanos que llevaban en sus coches hasta el centro hospitalario a las personas que deseaban donar sangre, comento Dora García Guerra.
-Ahora somos nosotros quienes nos desplazamos allí donde estén dispuestas a donar al menos 25 personas, sea cual sea la distancia. Lo que no ha cambiado es el espíritu altruista de esas personas que siguen promoviendo colectas en sus pueblos, barrios, hermandades, etc. Ahora contamos con más de 350 colaboradores, que difunden nuestros mensajes por toda la provincia. 
-¿Se dona sangre sin esperar recompensa?
-Cuando ideamos campañas especiales para atraer a nuevos donantes, sobre todo a los jóvenes, las entidades que colaboran ofrecen como recompensa a la donación, por ejemplo, entradas de fútbol. Ante esto planteamos ciertos reparos. Pero, el tiempo y la estadística nos han demostrado que una gran mayoría vuelve a los pocos meses y dona sin esperar ya nada a cambio. 
-¿Hay menos donaciones en tiempo de crisis?
-En estos últimos años, que han sido tan duros para tantas familias, se han presentado personas que no tenían ni para comer a donar. En barrios, como Torreblanca, donar sangre es como una seña de identidad. Y lo que más me gusta es poder contarlo.
-¿Los más motivados?
-Los que tienen o han tenido algún familiar o amigo enfermo. El resto viene por causas diversas. Hay familias enteras, que aparecen con sus hijos para crear escuela. Por desgracia, la donación de sangre no está incluida en los planes educativos y, sin embargo, es algo en lo que habría unanimidad de criterio si se lo propusieran. 
Dora se formó en las Carmelitas de Nervión. Recuerda que era un centro  donde no existía el timbre en los cambios de clase sino música clásica.
-¿Y qué pasó?
-Que me marcó. La música, el arte y la cultura en general son mi pasión y, sin embargo,  apenas me ha tocado dedicarme a ello profesionalmente, aunque nunca se sabe en el futuro…
(En la foto de ABC un grupo de voluntarios. Sólo les falta recitar “Verde que te quiero verde…”)