miércoles, 8 de abril de 2015

Los genéricos

El dictadorcete de Podemos emprendió el camino de regreso a las elecciones municipales con menos equipaje. Dejó en la taquilla de la estación la palabra “casta”, que era un puñal de juguete que blandía cual caballero medieval en sus intervenciones televisivas. Lo clavaba sin piedad a la Constitución de 1978, a los bancos, a los corruptos y a mucha gente, excepto al papa Francisco y a más de un venezolano. Todavía sangran ante las miradas temerosas de Rajoy y de Esperanza Aguirre. Ella, para aliviarse, se tomó un refresco en el bar del padre de Juan Carlos Monedero, que es simpatizante del PP. Se.les vio .en televisión cómo charlaban. Sólo le falta ir a Santiago de Compòstela para comprar algún complejo vitamínico en la farmacia del abuelo de Carolina Bescansa, la mujer más importante de Podemos. Esta formación política recuerda a los medicamentos. Me explico: unos son de marca y otros genéricos. Estos tienen el mismo principio activo, la misma eficacia.y son más baratos. Pablo Iglesias no quiere presentar a Podemos en las  elecciones municipales. Sólo da permiso a los genéricos: “Sevilla sí puede”, ”Por Cádiz sí se puede”, “Ahora Madrid”…