Está muy contento el presidente de Extremadura José Antonio Monago.
Siente que ha recuperado su inocencia. La Fiscalía del Tribunal Supremo
ha archivado las diligencias de investigación penal abiertas sobre sus
(sentimentales) viajes a Canarias cuando era senador. La Fiscalía
entiende que sus desplazamientos se ajustaban al Régimen Económico de
la Cámara alta de las Cortes Generales. Este órgano constitucional que
representa al pueblo español se limita a pagar y se desinteresa de los
alivios de sus senadores. En 1977 los senadores españoles ganaban
mucho menos que Monago: sólo 40.000 pesetas mensuales. Esta cantidad
obligaba a algunos de ellos a dormir en Madrid en el piso de un
compañero sobre colchonetas en el suelo. Pregúntenlo, si viven, a
Javier Yuste, de Pontevedra, a Guillermo Alonso del Real, de Cádiz, a
Joaquín Martínez Bjorman, de Córdoba y a Francisco García de la
Borbolla y Candilejo, de Sevilla.
Se ignora si Monago cuando era senador usaba colchoneta en Canarias, para no ser gravoso al Senado. La hincharía él solo expirando, sabiendo que la capacidad pulmonar del varón, aunque a simple vista no lo parezca, es mayor que la de la mujer.
Se ignora si Monago cuando era senador usaba colchoneta en Canarias, para no ser gravoso al Senado. La hincharía él solo expirando, sabiendo que la capacidad pulmonar del varón, aunque a simple vista no lo parezca, es mayor que la de la mujer.