martes, 13 de enero de 2015

La silla

Se dice que la verdad es como el sol. Lo hace ver todo y no se deja mirar. No sé lo que opinarán los ópticos  y los que piensan en los beneficios de las gafas ahumadas.  Supongamos que la burguesía es un sol. Si dirige sus ojos al astro un historiador español de hoy, como es el catedrático Martínez Cuadrado, comentará: A lo largo del siglo XIX la burguesía, a medida  que asegura su predominio social y accede al poder político,  pasa de ser una clase "revolucionaria", enfrentada a los estamentos privilegiados, a ser una clase "conservadora" enfrentada a su nuevo "enemigo de clase": el proletariado.
Si el que miraba al sol era Víctor Hugo, decía textualmente que se había querido hacer equivocadamente de la burguesía una clase.
¿Qué era entonces?
El autor de “Los Miserables” lo veía muy claro: “No es más que la parte satisfecha del pueblo. El burgués es el hombre que ahora tiene tiempo de sentarse. Una silla no es una casta”.
¿Se tiene conocimiento ya de lo que hará Podemos con este mueble de cuatro patas?