viernes, 14 de noviembre de 2014

Utrera Molina y Sevilla

Los metalúrgicos sevillanos solicitaron por escrito a la Delegación de Sindicatos el salón de actos para celebrar una asamblea con motivo del 1 de mayo. Corría el año 1967  y era gobernador civil de Sevilla Utrera Molina. La petición fue denegada. Ante este contratiempo, consiguieron permiso para asistir a una conferencia sobre el 1 de mayo desde el punto de vista cristiano en el Palacio Arzobispal. Eran 2.000 trabajadores. Al finalizar el acto pidieron a gritos sindicatos libres y amnistía para los presos políticos. Los gritos fueron escuchados en la Plaza de la Virgen de los Reyes, que estaba tomada por la Policía Armada. Comenzaron a salir lentamente del edificio para manifestarse. 
Cuando pasaron por la calle Alemanes eran seguidos muy de cerca por los agentes del orden. El número de manifestantes mermó: quedarían de los 2.000 unos 200. Al llegar a la puerta del Banco de España, la Policía comenzó a dispersarlos. En aquel momento. aparecieron miembros de la temida Brigada Político Social. Un manifestante dijo:“Esos vienen a por nosotros”. Llegaron y ordenaron a varios miembros de la Policía Armada que detuvieran a Fernando Soto y a Eduardo Saborido. Los esposaron con las manos atrás y los hicieron subir, a empujones, a un furgón policial. El gobernador Utrera Molina ordenó su ingreso en prisión a disposición de la autoridad judicial.