miércoles, 12 de noviembre de 2014

La hija del carpintero

Audiencia de Pablo VI
a Golda Meir
Cuando el primer ministro israelí Netanyahu fue recibido en audiencia por el papa Francisco, debió de sentirse muy orgulloso por el obsequio que llevaba para él: un libro sobre la Inquisición española escrito en castellano por su padre, que era historiador. El progenitor del Papa trabajó como contador en el ferrocarril. El encuentro duró 25 minutos. 
Más tiempo conversaron años antes Pablo VI, hijo de un abogado y la entonces primera Jefa de Gobierno de Israel, Golda Meir, que, cuando se dirigía al despacho del Pontífice, se sinceró con el secretario de Estado que la acompañaba: “No se cómo seré recibida por el Papa. Soy una pobre anciana, hija de un carpintero”. “No tenga miedo. El oficio de carpintero es muy bien visto en este lugar” le contestó el cardenal Villot. Pablo VI le expresó el cambio que había experimentado el pueblo judío. De ser siempre dócil y pacífico se había convertido en firme y decidido desde que tiene su propio país. La hija del carpintero dijo: cuando fuimos compasivos y débiles y sin un lugar nuestro donde vivir, nos condujeron a las cámaras de gas.