Una película de David Trueba aspira a los Oscar, por "Vivir es fácil con los ojos cerrados" como dice el título de su film.
A Joaquín Rodrigo, ciego desde los tres años, no le resultaba difícil saber dónde estaba su hija Cecilia cuando era pequeña. La niña, por indicación del padre, tenía cosidos unos cascabeles a su ropa. Saramago pensaba que todos estamos ciegos. Ciegos que podemos ver, pero que no miramos. Estaba convencido de que no hubiera sido escritor en un mundo feliz.
Trueba, Saramago y Rodrigo oirían algún día la música que encierra este viejo dicho: La visión es el arte de ver las cosas invisibles.
Suena el Concierto de Aranjuez.
(Retrato del fotógrafo francés Pierre Gonnord)
A Joaquín Rodrigo, ciego desde los tres años, no le resultaba difícil saber dónde estaba su hija Cecilia cuando era pequeña. La niña, por indicación del padre, tenía cosidos unos cascabeles a su ropa. Saramago pensaba que todos estamos ciegos. Ciegos que podemos ver, pero que no miramos. Estaba convencido de que no hubiera sido escritor en un mundo feliz.
Trueba, Saramago y Rodrigo oirían algún día la música que encierra este viejo dicho: La visión es el arte de ver las cosas invisibles.
Suena el Concierto de Aranjuez.
(Retrato del fotógrafo francés Pierre Gonnord)
