Extraños
presentimientos la obligaron a visitar a un notario la víspera de irse
de vacaciones a la playa. Antes merendó con su marido. Tomó un heladode turrón y él una leche merengada. La pareja rompió el silencio cuando
los pantalones del esposo, diabético de toda la vida, resultaron
manchados cuando ambos intentaron endulzar el refresco.
En el despacho del notario todo transcurrió conforme a lo que se estila en estos casos. La otorgante manifestó que se hallaba casada en segundas nupcias y designó a su actual marido, que no dejaba de mirarse los pantalones, como único heredero de todos sus bienes, derechos y acciones. Después de declarar que carecía de descendientes dijo que profesaba la Religión Católica y que no le importaba que llegado el día de su muerte sus familiares prescindieran de las costumbres piadosas que se viven en los entierros.
Cuando salieron de la notaría, la tarde se había ido y el marido pensaba hacer lo mismo porque la que hasta ahora era su rica esposa había designado a don Jordy Pujol para que velara por el cumplimento de su voluntad expresada en el testamento.
Él se consideraba ya prácticamente desheredado y en la miseria.
En el despacho del notario todo transcurrió conforme a lo que se estila en estos casos. La otorgante manifestó que se hallaba casada en segundas nupcias y designó a su actual marido, que no dejaba de mirarse los pantalones, como único heredero de todos sus bienes, derechos y acciones. Después de declarar que carecía de descendientes dijo que profesaba la Religión Católica y que no le importaba que llegado el día de su muerte sus familiares prescindieran de las costumbres piadosas que se viven en los entierros.
Cuando salieron de la notaría, la tarde se había ido y el marido pensaba hacer lo mismo porque la que hasta ahora era su rica esposa había designado a don Jordy Pujol para que velara por el cumplimento de su voluntad expresada en el testamento.
Él se consideraba ya prácticamente desheredado y en la miseria.