sábado, 6 de septiembre de 2014

Para que se apague el fuego y se encienda la vida

Aconsejan los expertos que no perdamos  la costumbre de vivir, que no tengamos miedo a la vida, que desconfiemos de los gobiernos que no nos proporcionen bienestar mental o que nos roben la salud. Hay  personas que se van porque quieren. La mayoría lo avisa. Las restantes prefieren quedarse.
España es uno de los países del mundo con las tasas más bajas de suicidio. La afirmación es del Instituto Nacional de Estadística.  En 2012 se registraron  3.539.
Lugo es la provincia que encabeza esta lista negra. Le sigue Granada. Madrid registra la menor tasa de suicidios.
En cuanto a las muertes súbitas, se producen al  año en nuestro reino unas 30.000. Es un dato proporcionado por el  presidente  de la Sociedad Española de  Cardiología, José Ramón González-Juanatey, del Hospital Universitario de Santiago de Compostela. Ha reconocido públicamente que los gallegos son los españoles que más sal consumen. Y ha advertido que la sal es un potente factor de riesgo cardiovascular y de cáncer gástrico.
Si de él dependiera, pondría en nuestro país desfribiladores por todas partes, igual que hay extintores. Disminuirá la cifra de muertes repentinas  por parada cardiorrespiratoria.