 |
| Con Gabriel García Márquez en México, año 1990. Estreno de Crónica de una muerte anunciada. |
Lilyane,
1,75 descalza y ojos verdes, abandonó Nancy. No le costó trabajo
hacerlo. Allí dejó a sus ancianos padres y a Chatterton, su querido
gato. Pensaba que su ciudad era provinciana, conservadora y aburrida,
excepto las dos semanas al año que duraba el Festival Internacional de
Teatro. Venían gentes de todos los horizontes y daban mucha vida a la
localidad. Ella se encargaba de atender a las compañías extranjeras
que acudían al acontecimiento. En 1971 asistió el grupo Teatro
Estudio Lebrijano que dirigía Juan Bernabé y del que formaba parte
como cantaor Salvador Távora, a propuesta de Paco Lira. Representaron
con éxito el espectáculo “Oratorio” sobre un texto de Alfonso Jiménez
en torno a la libertad y a la tiranía.
Lilyane dijo adiós a Nancy y se vinculó al grupo teatral La Cuadra profesional y pasionalmente. Para ella más que un trabajo es una forma de vida, en la que se intenta guardar el equilibrio entre lo que se hace, lo que se dice y cómo se vive.
Se considera bastante escéptica. Y no le importa camuflar su escepticismo con una especie de vitalidad, pues cree que es la única forma de poder vivir.
Salvador tiene fe en la duda, porque dudando, posiblemente, uno se acerca más a lo que debe ser. Por eso, para él la duda es un acto de fe.
Lilyane siente por la muerte rabia y, a la vez, atracción.
Salvador en “Piel de toro” recrea su flirteo juvenil con la muerte.
Los dos presenciaron en Méjico en 1973 algo muy extraño. El público se fue cuando representaban “Quejío”. Al día siguiente los periódicos de derecha comentaron que los espectadores se marcharon porque no entendieron el espectáculo. La prensa de izquierda afirmó, sin embargo, que la concurrencia dejó vacío el teatro porque lo entendió perfectamente. Las tres funciones siguientes registraron lleno por los hijos de los que huyeron de la verdad.
Lilyane dijo adiós a Nancy y se vinculó al grupo teatral La Cuadra profesional y pasionalmente. Para ella más que un trabajo es una forma de vida, en la que se intenta guardar el equilibrio entre lo que se hace, lo que se dice y cómo se vive.
Se considera bastante escéptica. Y no le importa camuflar su escepticismo con una especie de vitalidad, pues cree que es la única forma de poder vivir.
Salvador tiene fe en la duda, porque dudando, posiblemente, uno se acerca más a lo que debe ser. Por eso, para él la duda es un acto de fe.
 |
| Festival Adelaide (1998). |
Lilyane siente por la muerte rabia y, a la vez, atracción.
Salvador en “Piel de toro” recrea su flirteo juvenil con la muerte.
Los dos presenciaron en Méjico en 1973 algo muy extraño. El público se fue cuando representaban “Quejío”. Al día siguiente los periódicos de derecha comentaron que los espectadores se marcharon porque no entendieron el espectáculo. La prensa de izquierda afirmó, sin embargo, que la concurrencia dejó vacío el teatro porque lo entendió perfectamente. Las tres funciones siguientes registraron lleno por los hijos de los que huyeron de la verdad.
