lunes, 14 de abril de 2014

¿Permiso? ¡Viva la República!

“Pocos conocen que, con sólo 16 años, vino a Sevilla Santiago Carrillo para parar el intento de golpe de Estado que lideró el general Sanjurjo desde aquí, contra la II República la madrugada del 10 de agosto de 1932”. Me lo ha contado José Hormigo. Este ex dirigente del PCE era un buen amigo de Carrillo. Lo consideraba entrañable. Cuando se veían le recordaba los ricos garbanzos que se comió en su casa en 1992  preparados por Paula, su mujer. Hormigo ha estado encarcelado 4 años 2 meses y 15 días, según documento expedido por la prisión de Jaén. De su estancia en la comisaría de Sevilla en 1971 guarda esta escena: “El  jefe de la Social, Martín, me dio un golpe en las sienes y caí redondo al suelo. Dos policías me cogieron por los pelos y me arrastraron por un largo pasillo. Después patadas en las corvas y ya de pie, sin soltarme de los pelos, estrellaban mi cara contra una máquina de escribir.” Hormigo ha tenido 13 novias formales. La última fue Paula, su esposa. Un abuelo de Carrillo era de Sevilla. No le disgustaba el vino, según me ha dicho Eduardo Saborido.