domingo, 15 de diciembre de 2013

Todo es más fácil si sientes a tu familia a dos metros de ti

-Es curioso. El año de la Expo se descubrió en el yacimiento de Atapuerca el cráneo de un homo de unos 300.000 años de antigüedad. Se le llamó Miguelón en honor a Miguel Indurain, el mejor ciclista español de todos los tiempos. Y hace un mes se mostró en el Museo de la Evolución Humana la reconstrucción de un pie de un homínido de hace medio millón de años, como homenaje a la Selección Española de Futbol.
-Es una pena que hasta la ciencia tenga que plegarse al deporte para poder tener cierta repercusión en los medios de comunicación, pero es el tiempo que nos ha tocado vivir. Cerramos para siempre los viejos catecismos y ahora se inventan dioses futboleros cada año.
La conversación con Rafael Martín, profesor de secundaria, empezó así, no porque él sea licenciado en Biología y Antropología sino porque me resultaba duro preguntarle de pronto:
-¿Cómo estás?
-Muy bien si hablamos de amor y trabajo. Estoy felizmente casado con la mujer que quiero y disfruto con lo que hago. Nuestro hijo es un encanto y no me faltan amigos. Respecto a la salud, regular, tengo menos pelos y  algunos dolores de vez en cuando porque estoy recibiendo un tratamiento con quimioterapia, pero intento que no interrumpa mi quehacer diario más de la cuenta. De hecho sigo trabajando, aunque igual es una forma de tratar de esconder el cáncer tras los exámenes que ahora tengo que seguir corrigiendo.
-¿Es difícil vivir así?
-Todo es más fácil si sientes que la familia la tienes siempre a dos metros de ti.
-¿Tu mejor hallazgo?
-Tuve la suerte de encontrarme en una playa gaditana a la mujer de mi vida, una francesa que estaba por España de vacaciones. Ella dio el gran paso de dejarlo todo, amigos, trabajo y familia para que viviéramos juntos y cada día intento agradecérselo.

-Se dice que el biólogo sabe cuando es el día mundial de la Tierra, pero no se acuerda del cumpleaños de su madre.
-No me considero el típico biólogo, de hecho estudié la carrera para poder dar clases después. Tenía muy claro que lo mío era la docencia. Sí que sé cuando es el cumpleaños de mi madre, otra cosa es que me acuerde ese día.
-¿Tus alumnos salen de la clase más felices que entraron?
-Espero que sí. Ahora trabajo con adultos que quieren obtener el título de secundaria y es relativamente fácil que aprendan y se lo pasen bien. Con los adolescentes es otra cosa. En cualquier caso el estado de ánimo del profesor se transmite al resto de la clase siempre.
-¿Les enseñas a apreciar el valor de la vida, el valor del tiempo?
-Sí, aunque quizás no lo suficiente. Le dedico más tiempo a hacerles ver lo que ocurre a nuestro alrededor sin seguir las explicaciones oficiales.
-¿El antropólogo es más peligroso que el biólogo?
-Hombre, tanto como peligroso, creo que ninguno de los dos porque no se les echa mucha cuenta. Mandan los economistas, ellos son los que dictan los nuevos mandamientos y construyen sus templos para demostrar su poder, como la famosa Torre Pelli.
 (Rafael Martín nació en Triana. Su hijo dice de él que no es el típico trianerito. Al padre le gusta cómo es y cómo piensa su heredero).