
Años antes de esta sorpresa, el profesor pasó una tarde en Sevilla, vigilado a distancia por la Brigada Político Social. Tenía prisa.
-¿Cómo se puede practicar en España lo de dar de comer al hambriento, beber al que tiene sed, vestir al desnudo…?
-Me pide que en medio minuto le exponga un programa político.
-Don Enrique, el tiempo lo ha marcado usted.
-Me pide más: un programa moral.
(Después dijo que todo se reducía a abrir el camino a la democracia, a la posibilidad de que todos los españoles participen en las decisiones del poder. Y que nada de privilegios para unos y temores para otros).
-Don Enrique, el tiempo lo ha marcado usted.
-Me pide más: un programa moral.
(Después dijo que todo se reducía a abrir el camino a la democracia, a la posibilidad de que todos los españoles participen en las decisiones del poder. Y que nada de privilegios para unos y temores para otros).