miércoles, 26 de junio de 2013

Interrogatorio policial

1 ¿Qué hacía usted en el tejado?
No pretendía huir. Sólo quería ver el edificio que describen los Padres Oblatos en unos folios que me dieron para publicarlo en la revista que ellos editan. Yo soy su asesor literario.
(Interrogatorio en la Jefatura Superior de Policía de Madrid el 25 de Junio de 1972. El interrogado fue detenido la víspera en el convento de los Padres Oblatos en Pozuelo de Alarcón. Nueve compañeros suyos corrieron la misma suerte porque eran dirigentes nacionales de una central sindical afecta al Partido Comunista)
2 ¿Por qué se agachaba? preguntó el funcionario a otro de los que habían caído en la redada.
Estaba haciendo flexiones; no me ocultaba de la Policía. Soy alpinista. Y antes de una escalada acostumbro a concentrarme en un lugar tranquilo como es este convento.
(El interrogador comenzaba a impacientarse. Las declaraciones que le hacían eran desconcertantes. Se daba cuenta que eran elementos acostumbrados a mentir a la Policía)
3 ¿Es usted amigo de los frailes?
Soy peluquero y estaba aquí porque siempre pelo a los frailes. Con los tiempos que corren, pelo a dos por el precio de uno.
¿Desde cuándo pertenece a Comisiones Obreras?
Ya le he dicho que soy peluquero. De política no entiendo.
(Los diez detenidos declararon que no se conocían; que no eran miembros de una central sindical ligada al Partido Comunista; que ignoraban por qué estaban a la misma hora en distintos lugares del convento)
4 ¿Siempre se esconde usted en los armarios?
Estaba ajustando unas tablas que se movían, Me habían llamado los Padres Oblatos para hacer un repaso al convento, porque yo soy carpintero.
(Eran hombres no dados al chiste, pero sus respuestas tenían gracia en tan dramáticos momentos)
5 ¿Por qué me hizo correr más de la cuenta en el convento?
Mi mente es muy calenturienta. Buscaba pasadizos misteriosos, paredes falsas, salidas ocultas, como si se tratase de un cuento soñado en mi infancia.
6, 7, 8, 9 y 10 ¿Cómo se le ocurrió esconderse en el WC?
Pasaba cerca del convento cuando se me descompuso el vientre. Entré y los frailes me indicaron el retrete más próximo. Precisamente tiraba de la cisterna cuando ustedes me detuvieron.
(¡Esto es para cagarse!, gritó el policía. Redactó un detallado informe y puso a los diez a disposición del Juez de Orden Público. Y murmuró: ¡Que os den por c… en Carabanchel!).
Del largo interrogatorio a que fueron sometidos los protagonistas del histórico Proceso 1001, he protegido del olvido el aspecto humorístico de algunas de las respuestas, gracias a la buena memoria del líder sindical Eduardo Saborido.