martes, 12 de marzo de 2013

La tarta envenenada

En mi correo había un mensaje en el que se sugería que comentase mi ruta bloguera al cumplir dos años de vida. Se incluía la cifra de visitas obtenidas, cantidad que al remitente no le parecía mala. El mensaje era del  director de Medios Interactivos de la Radio Televisión Andaluza y presidente de la Asociación de los profesionales de la Información Digital de Andalucía, Antonio Manfredi. Era como una tarta envenenada con dos velitas encendidas para no perderme en la oscuridad del viaje..
La ruta empezó el 10 de marzo de 2011. Días antes me  había convencido Rafael Rodríguez, actual presidente de la APS,  para que formara parte de su equipo que aspiraba a ganar las elecciones a la directiva de la Asociación de la Prensa el 14 de abril. Así que comencé a conversar con compañeros  para alimentar a mi blog. El primero que elegí, por amistad y admiración,  fue el número 4 de la entidad: Paco Anglada, que ya no está entre nosotros, se fue al silencio de Dios. Paco no conocía ni de oídas a Rafael Rodríguez. Mal inicio, pensé. La charla empeoró cuando le oí decir: “Nani Carvajal  ha  sido alumna mía. La aprecio mucho. Ha sido una presidenta de todos. Ha sabido navegar porque el colectivo, al que ha representado dignamente, reúne muchas mentalidades”. Imagínate, le dije, si no gana las elecciones. “Pues que la candidatura vencedora no se sirva nunca de sus cargos, sino que a través de ellos estén al servicio de los asociados” respondió.

Después me fui derecho a la yugular de José Antonio Gaciño, un compañero muy estimado por todos, que se decidió por el periodismo cuando en España no había libertad. Me acordé de él y de Mark Twain que decía que la vejez es tan larga que no hay que empezarla demasiado pronto. 
-¿Crees que Nani Carvajal teme ser enterrada en vida, electoralmente hablando?
-No me gusta nada hablar de entierros, ni siquiera metafóricamente.No existe ninguna razón para que la presidenta en funciones tenga ese temor. Nadie pretende enterrarla y, en cualquier caso, ya ha hecho su aportación a la historia de la APS. Permanecerá viva en el recuerdo.
-¿Le regalarías algo en estos momentos?
-Unas magníficas vacaciones las merece.
Me gustó mucho la última respuesta.
Marina Romero, sacando pecho metafóricamente hablando, me dijo que no sabía  por qué entre todos los periodistas nos estábamos cargando la dignidad profesional. Ni yo tampoco. Es como saber distinguir la solidaridad verdadera de la solidaridad que se practica como un atractivo invento de la treta social.
Algo había ocurrido cuando pregunté a Chus Azor cómo se debían usar las herramientas digitales, incluso en unas modestas elecciones a la directiva de la APS.
-Las herramientas digitales son una manera más de divulgación de mensajes y de retroalimentación. Se deben usar con responsabilidad y limpieza.
-¿Cómo quieres que sean estas elecciones?
-Participativas, limpias y honestas.
-¿Conoces los puntos débiles de las otras candidaturas?
-Conozco lo que para mí son puntos débiles. Igual no es así para otros.
-¿La candidatura de Nani Carvajal?
-Me parece que no juega limpio. Desde el primer momento está realizando descalificaciones y críticas veladas a las otras candidaturas e intentando enmarañar el buen ambiente.
-¿Qué impide a los asociados?
-No deja a los asociados comentar nada, no permite esa opción en su web ni en su facebook. Eso para mí es síntoma de debilidad.
El 12 de abril de 2011 Antonio Silva, Rafael Rodríguez y Nani Carvajal. Candidatos a presidir la APS, se vieron las caras y las ideas en la Facultad de Comunicación.
No aburrieron al público asistente y permitieron que los asistentes vislumbraran al ganador de las elecciones.  
Por aquellos días Inmaculada Carrasco, que estaba dispuesta a retransmitir una cacería de elefantes, reflexionaba así de lo ocurrido al Jefe del Estado:
-La cacería de elefantes protagonizada por nuestro monarca y su posterior accidente no ha servido sólo para abrir un amplio debate político y social sobre el papel del rey y las responsabilidades del Gobierno, también para volcar una dosis importante de autocrítica en la profesión.
Conversé con “Guti”, Reyes Lama, a la que habían intentado sin éxito maquillarle el alma, con Rafa que pensaría ya en Elsa, con Carolina Fernández que devoraba novelas policíacas y con muchos más. Me olvidé de Rocío Mairena. Sólo sabía de ella que había hecho la Primera Comunión cuando la Expo. Dos años después, en 1994, concedieron a Luís Sánchez Polak (Tip) la medalla de oro al Mérito al Trabajo. Al enterarse el humorista de la noticia comentó: “No sabía que el ministro de Trabajo, José Antonio Griñán, fuese tan inteligente”. José Luis Coll me dijo muy serio, en aquella ocasión,  que él no hacía horas extras como bromista, porque bromear era mear en broma y me recomendó que leyera el libro “Los cantares del Mio Tip” que estaba escribiendo su compañero.
Saludé en los Reales Alcázares a Manuel Vázquez Montalbán. De esto se acordará Amparo Rubiales. Vino a Sevilla para presentar un libro escrito por Felipe González y José Luís Cebrián.
El periodista catalán seguía pensando que la muerte para él era la muchacha extremeña que bebió lejía,  porque un muchacho extremeño le levantó las faldas y le metió un demonio en el cuerpo. También  la muerte para él era la guerra de Irak.
Montalbán no gozó de la longevidad, ese privilegio individual que se está convirtiendo en una bomba colectiva que está a punto de estallar, según Joel de Rosnay.
Yo paro antes que se oiga la explosión y hago auto-stop por si pasa el coche de mi gran amigo Antonio Manfredi.