Con la doctora en Bellas Artes, Angeles
de la Torre, profesora de Instituto y miembro activo de la
Coordinadora de un movimiento cívico que vela por la enseñanza pública.
-¿Qué pretende la Marea Verde?
-Denunciar el proceso general de privatización de lo público, los recortes del gasto dedicado a educación, el despido de profesorado, y el mantenimiento de los conciertos educativos con centros privados.
-No es poco.
-También persigue unir al profesorado, concienciarlo de que tiene la obligación moral de descubrir los aspectos perjudiciales y los gastos fraudulentos hechos por cualquier ente y denunciarlo.
-¿Y los padres?
-Su responsabilidad como ciudadanos deben exigir una educación de calidad, proponer un cuerpo de profesores que defiendan su imagen y su ética profesional.
-¿Qué deben dar a conocer ellos a la sociedad?
-Lo que están haciendo los supuestos defensores de lo público: Están impartiendo una educación pública sin calidad, sometida y despilfarrada por los políticos de turno.
¿No corre peligro de ahogarse usted en la marea?
-Me encantaría que me ahogase la marea. Significaría que hay muchos compañeros con ideas claras y valientes. Significaría que mi voz ya no fuera necesaria y que hubiera muchos nadando y remando en la misma dirección, y seguro que al final me salvaría alguien porque estaríamos todos más unidos.
-Seguro que no la salvaría Tomatito. ¿Cuando le pregunté hace unos días cómo eran las “pruebas de diagnóstico” qué hacía la Agencia Andaluza de Educación Educativa recuerda lo que me dijo?
-Sí, que el año pasado al valorar la competencia artística y cultural de los alumnos, les preguntaron, entre otras cosas, sobre una figura internacional del mundo del flamenco y les daban esta pista: se trata de un “tomate pequeñito”.
-¿Qué les pareció a los profesores la pregunta?
-Una tomadura de pelo...
-En definitiva…
-Que la Agencia Andaluza de Educación Educatica
-¿Qué pretende la Marea Verde?
-Denunciar el proceso general de privatización de lo público, los recortes del gasto dedicado a educación, el despido de profesorado, y el mantenimiento de los conciertos educativos con centros privados.
-No es poco.
-También persigue unir al profesorado, concienciarlo de que tiene la obligación moral de descubrir los aspectos perjudiciales y los gastos fraudulentos hechos por cualquier ente y denunciarlo.
-¿Y los padres?
-Su responsabilidad como ciudadanos deben exigir una educación de calidad, proponer un cuerpo de profesores que defiendan su imagen y su ética profesional.
-¿Qué deben dar a conocer ellos a la sociedad?
-Lo que están haciendo los supuestos defensores de lo público: Están impartiendo una educación pública sin calidad, sometida y despilfarrada por los políticos de turno.
¿No corre peligro de ahogarse usted en la marea?
-Me encantaría que me ahogase la marea. Significaría que hay muchos compañeros con ideas claras y valientes. Significaría que mi voz ya no fuera necesaria y que hubiera muchos nadando y remando en la misma dirección, y seguro que al final me salvaría alguien porque estaríamos todos más unidos.
-Seguro que no la salvaría Tomatito. ¿Cuando le pregunté hace unos días cómo eran las “pruebas de diagnóstico” qué hacía la Agencia Andaluza de Educación Educativa recuerda lo que me dijo?
-Sí, que el año pasado al valorar la competencia artística y cultural de los alumnos, les preguntaron, entre otras cosas, sobre una figura internacional del mundo del flamenco y les daban esta pista: se trata de un “tomate pequeñito”.
-¿Qué les pareció a los profesores la pregunta?
-Una tomadura de pelo...
-En definitiva…
-Que la Agencia Andaluza de Educación Educatica
