domingo, 10 de marzo de 2013

Fausto Botello: Cuando miro los ojos de mi mujer no me acuerdo del Ayuntamiento

Año 1973. Después de trece años de silencio como poeta, Fausto Botello, redactor del diario “Sevilla”, publica “Elegías de Oromana”. Le fastidiaría  tener que emplear la poesía como arma de guerra arrojadiza o como incensario para el halago de gente influyente..
-¿Ha llegado puntual tu colección de poemas a la Feria del Libro?
-Los editores han procurado que llegue a tiempo. El que no ha querido llegar a la Feria del Libro he sido yo.
-¿Vives muy distante de la Plaza Nueva?
-No. A pesar del mal servicio de los microbuses, estoy a seis pesetas de la plaza de San Fernando, pero espiritualmente hablando estoy a 3.000 años luz de las casetas de los libreros.
-¿Tan mal lo hacen?
-Los libreros no hacen un mal servicio al libro y sé que la Feria es una admirable manera de promocionar obras y autores. Pero ni a mí ni a mi poesía va eso de asomarse al escaparate para esperar que llegue el cliente.

-¿Dónde te expresas más ¿en tus poemas o en el quehacer periodístico de cada día?
-El poeta como el periodista deben ser indiscretos y decir todo lo que sienten. Lo que ocurre es que la mayoría de las veces ni el periodista ni el poeta pueden publicar todo lo que sienten. 
-¿Ha ocurrido algo a tu libro?
-Generalmente las editoriales no quieren problemas, aunque a veces se efectuan podas inexplicables, como la que  acabo de experimentar en mi propia carne, en mis “Elegías de Oromana”.
-¿Qué son?
-Poemas de amor que responden a distintas vivencias personales a lo largo de veinte años y se enmarcan en Oromana, en los pinares de Alcalá de Guadaira, que es un paisaje entrañable y familiar para mí.
-¿Eres moderadamente romántico?
-Tremendamente romántico. Comprenderás que cuando miro los ojos de mi mujer no me voy a acordar de los  problemas de la Andaluza de Cementos o del Ayuntamiento.
- ¿Cuánto tiempo llevas haciendo información municipal?
-Más de quince años.Ya puedes figurarte lo que he visto y he oído en la Casa Grande. La asignatura del Ayuntamiento me la sé muy bien.
-¿A quiénes suspenden?
-A los líricos oficiales, de los que me aparté hace trece años asqueado por la política que ejercían. Era un mundo enrarecido por absurdas vanidades que trataban de complicarme la vida.
Año 2013.