domingo, 27 de enero de 2013

Para Ricardo Ríos la radio fue vida y una vez casi muerte

El periodista Ricardo Ríos, presidente de la Asociación para el Progreso de la Comunicación,  está casado con una médica. El feliz matrimonio tiene ocho (8) maravillosos hijos.
-¿Tu noche preferida?
-Es cualquiera. Cualquiera que me acueste con la conciencia tranquila, aún reconociendo que he podido hacer más. Mi noche preferida es la que duermo sin pesadillas, la que me va a permitir ver la luz del día, si Dios lo quiere.
Para él la radio fue vida. Y una vez, casi muerte. Trabajó en cuatro emisoras: siendo adolescente, en una local de Castilleja de la Cuesta; en Radio 80, como director; colaboró en la SER y en Antena 3 Radio. Cantó doce goles: los de España a Malta en el Villamarín. Al día siguiente, dice, era como un hermano de la cofradía del Silencio: no tenía voz.
-Tu semana predilecta?
-La Semana Santa, que aquí es única. No hablo de Semana Santa como espectáculo sino de lo que es la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, según la entiende Sevilla.
Hace unos días, con motivo del patrón de los periodistas, san Francisco de Sales, la Asociación de la Prensa de Sevilla, a través de un jurado, le concedió el título de honor de la citada entidad. Ricardo Ríos llegó puntual a la ceremonia por dos razones. Porque era uno de los galardonados y porque posee varios relojes. El de más historia data de 1982. Se lo regaló la FIFA cuando jugó  España contra Malta en el Villamarín,  ya que él  era Jefe de Prensa del Campeonato Mundial de Fútbol en la sede de Sevilla, porque así lo decidieron los compañeros periodistas por unanimidad. El cronómetro  es igual  que los que utilizaron los árbitros en aquella ocasión.
Ricardo, cristiano comprometido, vive de milagro gracias al fervor que siente por la puntualidad. Se escapó de un accidente automovilístico en el que murieron los inolvidables Alonso Vicedo, Ortiz, Moreno y Blandón. Él había programado ir con ellos. Después  pensó que si hacía ese viaje  quizá llegaría tarde para cumplir la tarea que le había encomendado el ABC: la crítica  teatral del estreno de una obra del grupo Tabanque, de Joaquín Arbide.
-¿Cómo ves la prensa?
-La prensa me duele. Me duele porque los periódicos de ahora  están muy alienados por devoción partidista.