Preguntado en Urgencias qué le aquejaba, el paciente manifestó que sufría dolor intenso en una de sus manos. Aclaró que no era zurdo. Cuando se le requirió la tarjeta sanitaria u otro documento que acreditase su identidad, dijo que con las prisas había dejado la cartera en casa.
El enfermero escribió que se trataba de un varón de raza blanca y metido en carnes que dice tener 56 años. Natural de Montellano. Al mostrar su mano derecha se percibe que está ligeramente enrojecida. De un modo espontáneo pide ser ingresado en la sección de quemados de este hospital. El compareciente titubea muy nervioso cuando es preguntado por su nombre y por su profesión. Reitera que su familia le había aconsejado que solicitase el ingreso en la mencionada sección porque había puesto la mano en el fuego.
-¿Es usted cocinero? le preguntó el enfermero.
-No, señor.
-¿Entonces?
-Es que puse la mano en el fuego por Javier Arenas.
-¡Choque esa mano! Vamos para adentro. Yo la he puesto por Marianito.
El enfermero escribió que se trataba de un varón de raza blanca y metido en carnes que dice tener 56 años. Natural de Montellano. Al mostrar su mano derecha se percibe que está ligeramente enrojecida. De un modo espontáneo pide ser ingresado en la sección de quemados de este hospital. El compareciente titubea muy nervioso cuando es preguntado por su nombre y por su profesión. Reitera que su familia le había aconsejado que solicitase el ingreso en la mencionada sección porque había puesto la mano en el fuego.
-¿Es usted cocinero? le preguntó el enfermero.
-No, señor.
-¿Entonces?
-Es que puse la mano en el fuego por Javier Arenas.
-¡Choque esa mano! Vamos para adentro. Yo la he puesto por Marianito.