miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hay militares que desean los mismos derechos que los demás ciudadanos

El comandante del Ejército de Tierra Juan Manuel Salas Sancho es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Ingresó en el Ilustre Colegio de Abogados de la capital de España en 1993. Está evaluado para el ascenso a Teniente Coronel. Es padre de una niña de siete años a la que cuida y adora.
-¿Se parece o coincide en algo el derecho de la nueva Ley de asociaciones para los militares con lo pretendido por la antigua Unión Militar Democrática?
-No conozco muy bien cual era la pretensión de los militares que formaron en su día parte de la U.M.D. Creo que esos compañeros intentaron fomentar entre los militares de aquel momento histórico los nuevos valores democráticos que se estaban instalando en la sociedad española. Y lo que esperamos algunos militares con el todavía no asentado derecho de asociación de lo militares es que se nos reconozca a los militares los mismos derechos que al resto de ciudadanos y poco a poco dejemos de ser considerados ciudadanos peligrosos a los que se les debe restringir los derechos que siempre tuvimos que tener.
-¿Ha pertenecido usted alguna vez al CESID.?
-No. En esto de los servicios de información existe mucha imaginación entre determinados grupo de personas. El CESID, es un servicio de información del Estado y no de los militares y hay mas civiles que militares entre sus componentes. Es una opinión. Usted sabrá que todas las grandes Unidades militares tienen su propio servicio de información.y que en los movimientos militares la información es requisito imprescindible para obtener la victoria.

-¿Donde le sorprendió el 23 de febrero?.
-En Valencia donde estaba destinado con el empleo de Sargento. En esa ciudad como militar viví los acontecimientos de ese intento de golpe militar. Recuerdo perfectamente esa tarde y como me llegó la noticia al salir del Instituto de Bachillerato Luis Vives, donde yo estudiaba el curso de C.O.U. Algunos de mis compañeros estudiantes, al enterarse de la noticia, salieron corriendo para intentar hacer desaparecer alguna documentación. Varios de ellos pertenecían a las Juventudes Socialistas, entre ellos la que en aquella época era mi novia. Uno. ue era de  Comisiones Obreras, que se marchó bastante asustado.
-¿Y usted?
-Yo me marche a la  Residencia Militar del cuartel de Ingenieros de Valencia, donde me alojaba habitualmente. Sabrá usted que los Ingenieros, entre otras cosas, llevan las telecomunicaciones. Aunque yo no estaba destinado en esa Unidad militar, si me llegaban informaciónes de los distintos acontecimientos y movimientos militares. Por lo demás,  creo que es mejor olvidar. Aquello pasó y la formación y mentalidad militar de hoy en día en muy distinta a la de aquel momento.
-¿Se acuerda de lo que pensó cuando vio a la Ministra Chacón embarazada pasando revista a una formación?
-No recuerdo haber tenido en ese momento ningún pensamiento de extrañeza o que me resultara chocante. En la actualidad y en determinados empleos ya estamos muy acostumbrados a ver mujeres vestidas con nuestro uniforme y también mandando formaciones. Quizás en otros empleos superiores esto pudo crearle un cierto malestar. No lo se.
-¿Cuándo ascenderá a teniente coronel?
-Lo mismo tengo que esperar un poco por los frecuentes cambios en los parámetros de valoración de los méritos militares en el Ejército de Tierra. Pero esta pequeña incertidumbre no me causa ningún tipo de malestar; todo lo contrario, me gusta mi función en la Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra donde estoy destinado y, sobre todo, me siento apreciado por mis superiores militares.
-¿Qué pequeñas cosas debemos a los militares en general?
-Por razones militares tenemos en nuestra actual sociedad muchos de los grandes inventos que hacen que nuestras vidas discurran por este mundo de la alta tecnología. Pero, contestando a su pregunta se me ocurren un par de cosas que pueden resultar anecdóticas, por ejemplo el invento de la margarina como sustituto de la mantequilla para las tropas francesas de Napoleón III enroladas en la guerra contra el imperio germánico, o el invento del gin-tonic y entiéndame esta cita como un ejemplo de como los militares solucionaron el problema para que sus tropas destacadas en la India tomasen una sustancia esencial para combatir la malaria como es la quinina de un sabor muy amargo.