Llamó por
teléfono a la redacción y contó lo que había ocurrido en el Congreso de
los Diputados. Enseguida el periódico, en edición extraordinaria,
publicó: “Golpe de Estado. El País, con la Constitución”. No era
cuestión de que Sebastián García en aquel momento entrara en detalles:
que si una bala se incrustó en la tribuna de prensa donde él trabajaba
para El País, que si el tiro pasó cerca de él…
Pasaron los años y Sebastián García fue conocido como el periodista de la Expo y, sin pretenderlo, se hizo famoso y contó y cuenta con la estima de los compañeros.
-¿Quién es la alegría de tu familia?
-Todos. Mi mujer, Adela, mi compañera de toda la vida, y mi hija Marina, nueva periodista recién licenciada, un nuevo valor que desmiente a los que dicen que este oficio no tiene futuro. Pero Dani, nuestro chico con síndrome de down, es esa persona especial que cada día nos recuerda que la vida es diversa, cambiante, y que nadie tiene derecho a creerse más ni mejor, que todos tenemos virtudes y cualidades.
-¿Tu vida cotidiana tiene algo de ritual?
-No se puede porque cambia constantemente, esto es muy variado. Lo que sí procuro mantener como un ritual es la lectura de la prensa a primera hora. Eso es casi sagrado.
-¿Qué te hace perder el equilibrio?
-La falta de compromiso con lo que uno hace. La falta de conciencia de que el esfuerzo es nuestro único valor.
Pasaron los años y Sebastián García fue conocido como el periodista de la Expo y, sin pretenderlo, se hizo famoso y contó y cuenta con la estima de los compañeros.
-¿Quién es la alegría de tu familia?
-Todos. Mi mujer, Adela, mi compañera de toda la vida, y mi hija Marina, nueva periodista recién licenciada, un nuevo valor que desmiente a los que dicen que este oficio no tiene futuro. Pero Dani, nuestro chico con síndrome de down, es esa persona especial que cada día nos recuerda que la vida es diversa, cambiante, y que nadie tiene derecho a creerse más ni mejor, que todos tenemos virtudes y cualidades.
-¿Tu vida cotidiana tiene algo de ritual?
-No se puede porque cambia constantemente, esto es muy variado. Lo que sí procuro mantener como un ritual es la lectura de la prensa a primera hora. Eso es casi sagrado.
-¿Qué te hace perder el equilibrio?
-La falta de compromiso con lo que uno hace. La falta de conciencia de que el esfuerzo es nuestro único valor.
-¿Cómo fue tu paso de periodista a empresario?
-Fue
sin proponérmelo. Tras dejar El Correo de Andalucía acepté una oferta
para asesorar en comunicación, y como eran años buenos, el trabajo fue
aumentando y acabé formando un equipo, que dirijo como una empresa
porque es lo más racional.
-¿Cómo te consideras?
-Ante todo
profesional, un artesano, aunque sea con compañeros que colaboran en la
tarea y teniendo que administrar nóminas, impuestos...
-¿Hasta qué punto formas parte de la historia de un acontecimiento que fue universal?
-En
el Gabinete de Prensa de la Expo fuimos más bien testigos, notarios del
gran acontecimiento que cambió a Sevilla en el último tramo del Siglo
XX. Un poco de históricos sí, porque nuestro observatorio era
privilegiado.
-¿Se encontró Griñán un regalo sin merecerlo?
-Se
encontró en la cumbre del PSOE de Andalucía sin esperarlo, y ahora debe
demostrar que lo merece. Creo que está en el buen camino. Los
socialistas deben renovarse de arriba abajo si quieren ser un futuro
para todos los andaluces y para el resto de españoles. Poder, pueden.
-¿Sigues de cerca o de lejos el comportamiento de los jueces en Andalucía?
-De cerca en toda España. A los jueces les hace falta también una buena renovación, a ellos mucho más
-¿Surgirá pronto un líder de verdad en la oposición?
-Espero que sí, la calle lo pide a gritos.
-¿Está dotado Rajoy para crear motivaciones a los españoles?
-Me
temo que no. Rajoy carece de verdadero carisma. Es producto de una
operación artificiosa consistente en que el antiguo partido franquista
sea hegemónico en España, y como eso es tan forzado, ha salido una cosa
rara de liderazgo.
(Esta respuesta viene a recordar un comentario
de Sebastián García sobre los franquistas: “Salieron de la dictadura
incólumes e incluso agradecidos de no tener que pagar precio alguno por
su complicidad con 30 años de opresión”. Se me olvidaba: Sebastián, la
tarde del 23/F, también se tiró al suelo obedeciendo al entonces
teniente coronel Tejero. La vida es bella.)