martes, 5 de junio de 2012

Pinturas con secretos y otros cuadros de familias

Los dos niños tenían terrores nocturnos. Se despertaban gritando y acababan en la cama de los padres. La madre padecía un cuadro de ansiedad y depresión. Además todos los problemas de la familia recaían sobre ella. Acudieron al Hospital Universitario y los trató el doctor Francisco Ortega Beviá, que entonces era titular de Psiquiatría y responsable de la Unidad de Día. Al estudiar a la familia descubrió que los padres prácticamente habían ocultado a los niños la muerte de un hermano para que no sufrieran.
-¿Prácticamente?
-Los niños sabían que había fallecido. Pero la muerte del hermano se había convertido en un secreto familiar compartido pero a la vez temido, porque los padres no habían profundizado lo suficiente en ella y la habían disimulado por lo que le he dicho.
-¿Cómo los curaron?
-Elaboramos simbólicamente el acontecimiento de la muerte mediante una serie de juegos entre los padres y los niños hasta que el recuerdo del fallecimiento del hermano dejó de ser para ellos una fuente de temor. Desapareció la patología.

En el despacho del doctor  Ortega Beviá hay dos cuadros.
-Ese lienzo –dice- lo pintó un paciente en estado depresivo, con unos sentimientos de culpa atroces y una historia personal muy penosa. El cuadro tiene una textura sombría y extraña. Refleja a dos niños desvalidos que caminan hacia una iglesia. Y esa otra pintura es del mismo paciente.
-El tema es idéntico.
-Sí, con la misma estructura: un paisaje, una iglesia y dos niños. Pero tiene una luminosidad distinta y un cierto encanto y alegría. Lo pintó cuando ya estaba bien.
-Son lienzos con confidencias del que los pintó.
-Así los veo yo.
-¿Con qué vienen aquí los enfermos?
-Aquí llegan pacientes con cuadros esquizofrénicos y pacientes con trastornos emocionales simples.
Suena el teléfono. Oigo decir al doctor. “Sí. Era un celoso que había tenido que ser ingresado varias veces por episodios violentos con la esposa. Sí. Hicimos una terapia de pareja en muy pocas sesiones. Se curó. Sí. Los celos desaparecieron al mejorarse la comunicación y la expresión emocional de ambos. Le llamaré más tarde.”.
-¿Decir familia es decir problema?
-Lo característico de la familia como unidad psicosocial es precisamente la presencia de problemas que están vinculados con la naturaleza misma de su esencia. La familia es una entidad en proceso permanente de cambio y de desarrollo.
-¿Cree que la pareja que no se entiende bien de día no se entiende bien de noche?
-Lo corriente es que no se entiendan bien de noche. Pero no porque no se entiendan bien de noche no se van a entender bien de día.
-¿Entonces cuál es el origen de la patología familiar?
-No es la patología sexual sino la patología de comunicación. Hay matrimonios que no se entienden porque no son capaces de expresarse. Y ocurre que la mayor parte de las parejas que tienen patología de comunicación sufren patología sexual, porque en definitiva la relación sexual es otra forma de comunicación.
-¿Cómo resumiría todo esto?
-Hay parejas que no se entienden bien de día como consecuencia de que no han podido organizar bien su vida sexual, pero esto es lo menos usual. Lo más normal es una mala intercomunicación personal. Es decir que la alteración de la conducta sexual es secundaria.