viernes, 8 de junio de 2012

La luz debe entrar por la izquierda

Mató al hombre cuando intentó violarlo. Así consta en el expediente que el letrado Pedro Ruiz-Berdejo tenía sobre la mesa de su despacho. La luz del flexo, que entraba por la derecha, alumbraba la documentación de uno de los asuntos que más estudiaba aquellos días. Ocurrió en Lora del Río. El homicida, de dieciséis años, acabó con la vida del agresor disparándole con una escopeta de caza. El segundo tiro fue el mortal. Estuvo preso en el depósito carcelario del pueblo y después en la prisión de Sevilla.
Los varones ascendientes del letrado se encuentran casi al completo en su despacho. “El  que está dibujado a lápiz es mi padre” dice. “Los pintados al óleo son mi tatarabuelo, mi bisabuelo y mi abuelo. Todos fueron abogados y todos tenían el apellido compuesto de Rodríguez-Berdejo”
Sobre la chimenea que hay en la estancia arde el fuego de una pintada: “La guerra es un buen negocio. Invierta un hijo”. La leo en voz alta y él se acuerda del 18 de julio de 1936 y comenta: “El primer centro cultural que fue destruido por las tropas nacionales fue el Ateneo Popular al encontrarse junto a Capitanía General. Hicieron un auto de fe quemando la biblioteca. Se salvó “El capital” de Carlos Marx porque el libro tenía las tapas verdes. No tuvieron la misma suerte “Las Moradas” de Santa Teresa ya que las cubiertas de la obra eran rojas”. El fue presidente de la entidad.

-¿Pondría un cuadro más?
-El de un tío mío que era amigo de Blas Infante y que cada vez que yo me metía en un lío me decía “déjate de política, porque la política es tan mala que ha matado hasta a Blas Infante”.
Le pregunto por qué la luz de su flexo entra por la derecha. “¿Ya empezamos con la demagogia? Es que yo tengo el enchufe en el lado derecho”. Usted no es zurdo, por lo tanto es más sano que entre la luz por la izquierda. Así no le hace sombra al escribir, le explico.
Pedro Ruiz-Berdejo fue vicepresidente nacional de la Agrupación de Antiguos Miembros del Frente de Juventudes.
-¿Ha estado cerca de Franco?
-Una de las veces que vino a Sevilla, cuando era gobernador civil Utrera Molina, se reunió con las primeras autoridades y con otras personas entre las que me encontraba yo. Al referirse el gobernador a la puesta en regadío de la Vega de Carmona, Franco le dijo: “Oiga, Molina, ¿y no es más cierto que lo que van a conseguir con eso es hacer más ricos a los ricos de Carmona?” Es sabido que cuando Franco quería ensalzar a alguien le nombraba por el primer apellido y cuando pretendía reprocharle algo, por el segundo.
-¿Qué le llegaba más al corazón al estudiar el suceso de Lora del Río?
-La ingenuidad de mi cliente y la honradez con que contaba todo lo que había pasado. Mató al hombre cuando intentó violarlo, aprovechando que sus padres no estaban en su finca donde los dos trabajaban como empleados.