viernes, 22 de junio de 2012

El poder del Tribunal Constitucional

El ex presidente del Tribunal Constitucional Miguel Rodríguez Piñero siendo estudiante de Derecho tenía una clara vocación política.
En la Facultad había una persona que le tenía un gran afecto: don Manuel Giménez Fernández, catedrático de Derecho Canónico. Un día le llamó a su despacho y le dijo algo insólito:
-Miguel, entréguese de lleno al tema universitario y olvídese para siempre de las veleidades políticas.
En aquel momento sintió que don Manuel le había arrancado de cuajo la vocación política. Comenzó a seguir el consejo del maestro y pronto empezó a dar frutos.
-¿Esperaba ser el catedrático más joven de su generación?
-Yo, no. El único que tenía esperanza era mi padre que vivió con un gran optimismo mis oposiciones. Saqué la cátedra de Derecho del Trabajo con veinticinco años.
Su padre era un monárquico liberal que había hecho la guerra civil y en su casa nunca sintieron simpatía por el régimen político en que vivían. Toda la familia era partidaria de una evolución del sistema hacia una monarquía constitucional. Su abuelo fue un viejo borbollista.

A Rodríguez Piñero le gustan más los cuadros de la Virgen que el crucifijo, porque el crucifijo, con todos los respetos, es para él una imagen dura. Prefiere al Buen Pastor de la Iglesia primitiva.
-Permítame que aplique el lenguaje político a esta pregunta: ¿hay magistrados de izquierda y magistrados de derecha en el Tribunal Constitucional?
-Supongamos que un magistrado un día en un tema determinado es de una opinión y otro día, en otro tema distinto, es de otra opinión.
-¿Qué quiere decir?
-Que en el primer caso su opinión podría ser la propia de una persona de izquierda y en el segundo caso, la de una persona de derecha.
-¿Cómo es el poder del Tribunal Constitucional?
-Muy parecido al del rey.
-¿En qué sentido?
-En el de que es un poder moderador que está fuera de la batalla política diaria.
(Fue presidente del Constitucional desde junio de 1992 hasta abril de 1995. Su predecesor, Francisco Tomás y Valiente, fue asesinado por ETA.)