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El jefe de Deportes de
El Correo de Andalucía, Pepe Elías, vio en 1982 el Brasil-Escocia (4-1)
en el voladizo del campo del Betis junto al cantante escocés Rod
Stewart y su entonces mujer, Alana. Veintiún años después, en mayo de
2003, volvió a encontrarse con Rod Stewart. Estaba en el Hotel Alfonso
XIII con los hinchas VIP de su equipo, el Celtic de Glasgow, que perdió
la final de la Copa de la UEFA, en el Estadio de la Cartuja, ante el
Oporto de Mourinho. Me comenta Pepe Elías que Stewart recordaba a la
perfección su estancia en Sevilla durante el Mundial 82 y la magia
especial que acompañaba a los partidos de Brasil. Y él recuerda,
también a la perfección, el show que montaron en la grada los
brasileños con sus bandas de música, sus mulatas y las cometas
voladoras.
En la caseta de la prensa de la reciente Feria de Abril le mostré la fotografía que aparece en este comentario y puso cara de extrañeza, pese a la grata compañía de los inofensivos rebujitos y amigos.
-¿Qué no entiendes de esta foto hecha en la redacción del Nueva Andalucía?
-Cómo no salgo yo. Me temo que la hicieron por la mañana, pues los de deportes siempre fuimos aves rapaces y nocturnas que trabajábamos en el vespertino de noche mientras el resto de la redacción lo hacía a las claritas del día, como en aquel amanecer de la Feria en Juan Belmonte 124 que tan bien glosó la Lucio en una doble titulada “La Feria de día... a las siete de la mañana” o algo parecido. Menuda juerga la que nos pegamos la redacción entera, con Ramonet (Gómez Carrión, el director) arrancándose hasta por bulerías, porque cuando Marisa Doctor empezaba a bailar con ese cuerpo serrano no había quien se le resistiera.
-¿Cuándo ingresaste en “El Correo”?
-En marzo de 1981, pocos días después del golpe de Estado de Tejero. Era director Ramón Gómez Carrión y me mandó a las órdenes del subdirector, que eras tú. Por entonces se estaban realizando las primeras oposiciones a policía municipal en las que podían acceder las mujeres y el primer reportaje que me encargaste era sobre este tema.
-Te voy a preguntar lo que no te pregunté entonces: ¿cómo lo conseguiste?
-Yo acudía a clases de inglés en el Instituto Británico y recuerdo que Lola, una chica de mi clase, había comentado que estaba preparando esas oposiciones, así que me fui para ella para que me informara del asunto... y resulta que acababan de salir las notas y había quedado la primera, de hombres y mujeres. Lola se apellida Tejero y su padre era Guardia Civil con mostacho, así que el titular lo viste claro: 'La primera mujer policía de Sevilla se llama Tejero y es hija de un Guardia Civil con bigote'. Con el 23-F todavía calentito. Le hice la entrevista al salir de clase de inglés, en la terraza de la cafetería La Reja, en la calle Sierpes, y al día siguiente quedé con ella para hacerle fotos con la Canon de mi padre en su barrio, San Jerónimo, con dos pedazos de pastores alemanes que imponían tela.
-Y te pasaste para siempre a la sección de deportes.
-Durante unos meses hice sucesos, información local, económica, política, sociedad, horóscopos- antes de que Manolo Rodríguez pidiera un voluntario para cubrir los vestuarios del Trofeo Ciudad de Sevilla de agosto de 1981 en el campo del Betis, que palmó ante el West Bromwich Albion de Kevin Keegan.
-¿Quién entrenaba al Betis?
-Luís Aragonés, que poco después daría la espantá y dejó el equipo por unas jaquecas, y mis primeras entrevistas post partido fueron a Rafael Gordillo y a Lobo Diarte, casi nada al aparato.
-Hubo cambios en el periódico que te dieron suerte…
-Manolo Rodríguez se fue a la SER y Tomás Furest pasó del Nueva Andalucía (el vespertino) a la jefatura de Deportes en El Correo, donde ya estaba José Manuel García, que luego estuvo muchos años en Marca, As, Canal Sur y ahora en el periódico digital Diario Fénix. Francisco Pérez Gandul se hizo cargo de los Deportes del Nueva Andalucía, a cuya sección me uní (ahí seguimos) junto a Victoriano Ruigómez (Chacho) y Jacinto Vidarte, que luego estuvo muchos años escribiendo de ciclismo en Marca y en la actualidad es jefe de prensa de Alberto Contador.
-Pepe, a veces te escaqueabas.
-Eso fue cuando me encargaste un reportaje muy sui generis, lo que hoy vendría a ser un reality-show. Me tenía que subir al campanario de la Giralda en compañía del fotógrafo Ricardo Carmona, y, agarrado con un arnés y una cuerda, amenazar con que me tiraba para que desde abajo el gran Pepe Guzmán tomara nota de las reacciones de la gente ante el intento de suicidio. Pero al final me la hice de aguililla y a la Giralda se subió otro becario más novato que yo (José María Arenzana) al que se la metí doblada con la excusa de unos vértigos irrefrenables y que todavía se estará acordando de todos mis antepasados.
-Aquel reality-show, como tú lo llamas, terminé redactándolo yo, porque los compañeros llegaron al periódico muy impresionados, sobre todo, José María Arenzana, porque los cocheros que entonces esperaban a los clientes en la plaza Virgen de los Reyes le gritaban: “¡tírate ya de una vez!”. El se quejaba, con razón, de lo despiadada que, a veces, era la naturaleza humana.
A Marta Carrasco también la enseñé en la caseta de la Prensa la fotografía y le pedí su opinión:
-Pienso que éramos muy jóvenes y que teníamos una ilusión tremenda y además, recuerdo el nombre y apellido de todos. Fue una época que disfruté mucho. Pero lo que me llama la atención de la foto es el rollo del teletipo que sostenemos entre varios. Muy simbólico, pues es algo que las jóvenes generaciones ni siquiera saben lo que es. Lo grande del caso es que había un señor pendiente exclusivamente de cambiar los rollos. Y lo peor era que, la ausencia de papel podría hacernos perder una gran noticia... Las tecnologías de entonces eran así: dependíamos de la persona que cambiaba los rollos. Curioso.
-¿Un día de aquellos tiempos qué no has olvidado?
-Muchos momentos, pero si me pides un día, claro está que la noche del 23 F cuando fui con el fotógrafo Ricardo Carmona a Capitanía General de Sevilla y me dejaron pasar y.....esa es otra historia. También recuerdo una entrevista que le hice a Felipe González vestida de flamenca en la Feria del 82. ¡Qué tiempos!
-¿Qué haces ahora?
-Sigo siendo periodista, no podría ser otra cosa. Trabajo como jefa de prensa en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y colaboro en la sección de Cultura de ABC de Sevilla. Tras muchos años en la primera línea de la política institucional en uno y otro lado, la cultura finalmente ha sido mi elección porque era mi vocación.
-Eso lo sé.
-Soy además crítica de danza y en esta disciplina me he hecho un hueco tanto a nivel nacional como internacional. Pertenezco a varios consejos como la Unesco y diversos comités y participo como jurado en certámenes como el Premio Nacional de Danza, los Giraldillos de la Bienal de Flamenco... entre otros muchos. Pero ante todo, soy y seré, periodista.
-Lola Domínguez ha sido madre recientemente.
-Sí, la vi el otro día en el teatro Central y le di la enhorabuena. Está feliz.
-¿Te acuerdas de Miguel Ángel León?
-Claro, era uno de los fotógrafos. Sigo viéndolo porque trabaja para Canal Sur y yo participo en tertulias y programas de Canal Sur Radio y TV, y él nos hace las fotos para la página web.
-¿Y Carmen Carballo?
-Con Carmen la amistad continúa tan intensa como entonces. No sólo somos amigas y nos vemos con frecuencia, sino que hemos formado un Club de periodistas de Cultura y nos reunimos a cenar con personajes de este mundo cultureta. Carmen sigue estando en mi entorno de amigos.
-No nos podemos olvidar de Francisco Pérez Gandul…
-Coincidí con él en el Correo de Andalucía y luego en ABC y siempre fue un gran escritor con muchísima brillantez. Sus artículos sobre fútbol son deliciosos.
-¿Te imaginabas que rozaría la fama con su novela “Celda 211”?
-Ni por asomo. Creo que fui de las primeras en leer el primer capítulo, porque lo sacó por la impresora del periódico (ABC), yo lo encontré allí y al ir a llevárselo a su mesa, me enganchó y me lo leí del tirón.
-Pepe Elías me ha contado que ahora se va a versionar en Hollywood la novela.
-Yo presentía que haría grandes cosas.
-¿Coincides con Lourdes Lucio?
-No, rara vez. Ella está en la política y a mí la política de ahora no me gusta, la abandoné creo que en el momento justo.
En la foto aparece también Francisco Anglada, entonces subdirector de “Nueva Andalucía”. Cuando en los años de la dictadura desempeñaba el cargo de Jefe de Programación de Radio Nacional de España en Sevilla, el director le dijo: “Ojo con el programa de animales y plantas que hace Dulce del Moral. Respétale el contenido del guión, pero para evitar que transmita consignas y mensajes, cámbiale la forma”.
En la caseta de la prensa de la reciente Feria de Abril le mostré la fotografía que aparece en este comentario y puso cara de extrañeza, pese a la grata compañía de los inofensivos rebujitos y amigos.
-¿Qué no entiendes de esta foto hecha en la redacción del Nueva Andalucía?
-Cómo no salgo yo. Me temo que la hicieron por la mañana, pues los de deportes siempre fuimos aves rapaces y nocturnas que trabajábamos en el vespertino de noche mientras el resto de la redacción lo hacía a las claritas del día, como en aquel amanecer de la Feria en Juan Belmonte 124 que tan bien glosó la Lucio en una doble titulada “La Feria de día... a las siete de la mañana” o algo parecido. Menuda juerga la que nos pegamos la redacción entera, con Ramonet (Gómez Carrión, el director) arrancándose hasta por bulerías, porque cuando Marisa Doctor empezaba a bailar con ese cuerpo serrano no había quien se le resistiera.
-¿Cuándo ingresaste en “El Correo”?
-En marzo de 1981, pocos días después del golpe de Estado de Tejero. Era director Ramón Gómez Carrión y me mandó a las órdenes del subdirector, que eras tú. Por entonces se estaban realizando las primeras oposiciones a policía municipal en las que podían acceder las mujeres y el primer reportaje que me encargaste era sobre este tema.
-Te voy a preguntar lo que no te pregunté entonces: ¿cómo lo conseguiste?
-Yo acudía a clases de inglés en el Instituto Británico y recuerdo que Lola, una chica de mi clase, había comentado que estaba preparando esas oposiciones, así que me fui para ella para que me informara del asunto... y resulta que acababan de salir las notas y había quedado la primera, de hombres y mujeres. Lola se apellida Tejero y su padre era Guardia Civil con mostacho, así que el titular lo viste claro: 'La primera mujer policía de Sevilla se llama Tejero y es hija de un Guardia Civil con bigote'. Con el 23-F todavía calentito. Le hice la entrevista al salir de clase de inglés, en la terraza de la cafetería La Reja, en la calle Sierpes, y al día siguiente quedé con ella para hacerle fotos con la Canon de mi padre en su barrio, San Jerónimo, con dos pedazos de pastores alemanes que imponían tela.
-Y te pasaste para siempre a la sección de deportes.
-Durante unos meses hice sucesos, información local, económica, política, sociedad, horóscopos- antes de que Manolo Rodríguez pidiera un voluntario para cubrir los vestuarios del Trofeo Ciudad de Sevilla de agosto de 1981 en el campo del Betis, que palmó ante el West Bromwich Albion de Kevin Keegan.
-¿Quién entrenaba al Betis?
-Luís Aragonés, que poco después daría la espantá y dejó el equipo por unas jaquecas, y mis primeras entrevistas post partido fueron a Rafael Gordillo y a Lobo Diarte, casi nada al aparato.
-Hubo cambios en el periódico que te dieron suerte…
-Manolo Rodríguez se fue a la SER y Tomás Furest pasó del Nueva Andalucía (el vespertino) a la jefatura de Deportes en El Correo, donde ya estaba José Manuel García, que luego estuvo muchos años en Marca, As, Canal Sur y ahora en el periódico digital Diario Fénix. Francisco Pérez Gandul se hizo cargo de los Deportes del Nueva Andalucía, a cuya sección me uní (ahí seguimos) junto a Victoriano Ruigómez (Chacho) y Jacinto Vidarte, que luego estuvo muchos años escribiendo de ciclismo en Marca y en la actualidad es jefe de prensa de Alberto Contador.
-Pepe, a veces te escaqueabas.
-Eso fue cuando me encargaste un reportaje muy sui generis, lo que hoy vendría a ser un reality-show. Me tenía que subir al campanario de la Giralda en compañía del fotógrafo Ricardo Carmona, y, agarrado con un arnés y una cuerda, amenazar con que me tiraba para que desde abajo el gran Pepe Guzmán tomara nota de las reacciones de la gente ante el intento de suicidio. Pero al final me la hice de aguililla y a la Giralda se subió otro becario más novato que yo (José María Arenzana) al que se la metí doblada con la excusa de unos vértigos irrefrenables y que todavía se estará acordando de todos mis antepasados.
-Aquel reality-show, como tú lo llamas, terminé redactándolo yo, porque los compañeros llegaron al periódico muy impresionados, sobre todo, José María Arenzana, porque los cocheros que entonces esperaban a los clientes en la plaza Virgen de los Reyes le gritaban: “¡tírate ya de una vez!”. El se quejaba, con razón, de lo despiadada que, a veces, era la naturaleza humana.
A Marta Carrasco también la enseñé en la caseta de la Prensa la fotografía y le pedí su opinión:
-Pienso que éramos muy jóvenes y que teníamos una ilusión tremenda y además, recuerdo el nombre y apellido de todos. Fue una época que disfruté mucho. Pero lo que me llama la atención de la foto es el rollo del teletipo que sostenemos entre varios. Muy simbólico, pues es algo que las jóvenes generaciones ni siquiera saben lo que es. Lo grande del caso es que había un señor pendiente exclusivamente de cambiar los rollos. Y lo peor era que, la ausencia de papel podría hacernos perder una gran noticia... Las tecnologías de entonces eran así: dependíamos de la persona que cambiaba los rollos. Curioso.
-¿Un día de aquellos tiempos qué no has olvidado?
-Muchos momentos, pero si me pides un día, claro está que la noche del 23 F cuando fui con el fotógrafo Ricardo Carmona a Capitanía General de Sevilla y me dejaron pasar y.....esa es otra historia. También recuerdo una entrevista que le hice a Felipe González vestida de flamenca en la Feria del 82. ¡Qué tiempos!
-¿Qué haces ahora?
-Sigo siendo periodista, no podría ser otra cosa. Trabajo como jefa de prensa en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y colaboro en la sección de Cultura de ABC de Sevilla. Tras muchos años en la primera línea de la política institucional en uno y otro lado, la cultura finalmente ha sido mi elección porque era mi vocación.
-Eso lo sé.
-Soy además crítica de danza y en esta disciplina me he hecho un hueco tanto a nivel nacional como internacional. Pertenezco a varios consejos como la Unesco y diversos comités y participo como jurado en certámenes como el Premio Nacional de Danza, los Giraldillos de la Bienal de Flamenco... entre otros muchos. Pero ante todo, soy y seré, periodista.
-Lola Domínguez ha sido madre recientemente.
-Sí, la vi el otro día en el teatro Central y le di la enhorabuena. Está feliz.
-¿Te acuerdas de Miguel Ángel León?
-Claro, era uno de los fotógrafos. Sigo viéndolo porque trabaja para Canal Sur y yo participo en tertulias y programas de Canal Sur Radio y TV, y él nos hace las fotos para la página web.
-¿Y Carmen Carballo?
-Con Carmen la amistad continúa tan intensa como entonces. No sólo somos amigas y nos vemos con frecuencia, sino que hemos formado un Club de periodistas de Cultura y nos reunimos a cenar con personajes de este mundo cultureta. Carmen sigue estando en mi entorno de amigos.
-No nos podemos olvidar de Francisco Pérez Gandul…
-Coincidí con él en el Correo de Andalucía y luego en ABC y siempre fue un gran escritor con muchísima brillantez. Sus artículos sobre fútbol son deliciosos.
-¿Te imaginabas que rozaría la fama con su novela “Celda 211”?
-Ni por asomo. Creo que fui de las primeras en leer el primer capítulo, porque lo sacó por la impresora del periódico (ABC), yo lo encontré allí y al ir a llevárselo a su mesa, me enganchó y me lo leí del tirón.
-Pepe Elías me ha contado que ahora se va a versionar en Hollywood la novela.
-Yo presentía que haría grandes cosas.
-¿Coincides con Lourdes Lucio?
-No, rara vez. Ella está en la política y a mí la política de ahora no me gusta, la abandoné creo que en el momento justo.
En la foto aparece también Francisco Anglada, entonces subdirector de “Nueva Andalucía”. Cuando en los años de la dictadura desempeñaba el cargo de Jefe de Programación de Radio Nacional de España en Sevilla, el director le dijo: “Ojo con el programa de animales y plantas que hace Dulce del Moral. Respétale el contenido del guión, pero para evitar que transmita consignas y mensajes, cámbiale la forma”.
