martes, 8 de mayo de 2012

Minutos deportivos

Juan Tribuna, seudónimo de Francisco José García Montes, ingresó en Radio Sevilla en 1952, año en que Franco, que mandaba en el hambre de los españoles, suprimió las cartillas de racionamiento. En 1954 el Instituto de la Opinión Pública le proclamó uno de los cronistas deportivos más populares de España, por delante de Pedro Escartin y detrás de Gilera, Eduardo Teus y otros.
-¿De qué equipo eres?
-Mientras Dios me de un solo hálito de vida, del equipo de mis amores: El Tribuna Club de Fútbol, compuesto por mis once hijos. Y también presumiré del filial Tribuna CF que integran mis once nietos, por ahora.
-¿El abrazo más grande que te han dado?
-El de un santanderino afincado en Sevilla y casado con una sevillana, Begoña, hija del que fuera portero del Sevilla José María Busto. Me refiero a José Manuel Cobo. Se abrazó a mí estrujándome materialmente mientras me gritaba: “¡Esto es lo más grande que a mi me ha pasado en mi vida!”. El Betis, cuyo capitán era él, había ganado al Atlético de Bilbao en la final de la Primera Copa del Rey, el 25 de junio de 1977.

-¿Cómo era tu audiencia?
-Durante casi treinta años mantuve en primera línea uno de los programas más populares de Radio Sevilla, el “Dialoguillo de el tito Pepe y su sobrino” que interpretaban Manolo Méndez y Pepe Da Rosa, sobre un guión mío.
Juan Tribuna tenía un oyente muy especial de su espacio “Minutos deportivos” que hacía, por las mañanas, en colaboración con Joaquín de Oliva. Era miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, historiador, abogado y licenciado en Filosofía y Letras: don Santiago Montoto de Sedas. Suyos son estos versos que me leyó el propio destinatario:
“Juan Tribuna, bien venido/ otra vez a tu sección./ Está pendiente mi oído/ de tu gran información./ Y dígale al asturiano/ que con usted, mano a mano,/ deleitáis a la afición, que un cronista sevillano/ que escribiendo se hizo anciano/ os rinde su admiración.”
Mi entrevistado estaba agradecido al autor de los versos, más que buenos, voluntariosos. Y estaba de acuerdo con José Luís Coll cuando dijo que “un  país habrá llegado al máximo de civismo cuando en él se puedan celebrar partidos de fútbol sin árbitros".
Se me olvidó contar a Tribuna lo que sigue: “¿Por qué se  casan todos los caballeros?” preguntaba Paula a Dionisio en la obra  “Tres sombreros de copa” de Miguel Mihura. El le contestó: “Porque ir al fútbol siempre, también aburre”.
Juan Tribuna, padre de once hijos, no se perdió ningún partido.