viernes, 13 de enero de 2012

Periodistas sevillanos adoptan una aldea africana

El coordinador de Periodistas Solidarios de la APS, José Bejarano, sabía lo que le esperaba en Candemba-Uri la, una aldea de Guinea Bissau: pasar las Navidades sin luz eléctrica, sin agua corriente, sin turrón, sin uvas…Estas privaciones no le importaban con tal de poner en marcha lo que él cuenta  brevemente ahora:
-Un grupo de periodistas queremos crear Radio Mujer. La emisora estará en Bafatá, la segunda ciudad de Guinea-Bissau, y será la voz de las que sostienen con su esfuerzo la economía de las familias, de las aldeas, del país y hasta del continente. Las mujeres de Candemba-Uri, nuestra aldea de adopción, nos piden también herramientas para mejorar sus condiciones de trabajo en el campo, un centro de salud y una escuela infantil.
-¿Cómo es la mujer guineana?
-Trabajadora, seria, responsable, alegre. Cavan la tierra, siembran, riegan, recolectan, muelen, amasan, cuecen, venden, compran, paren, alimentan, crían.

-¿Y los hombres?
-Ven pasar el tiempo.
-¿Trabajan de noche?
-Alguien me decía con mucha razón que el papel del hombre es exclusivamente de semental.
-¿La aldea de Candemba-Uri es una de tus obsesiones más sanas?
-África entera es una obsesión, una ilusión, una realidad que te atrapa. Imposible quedarse indiferente ante tanta riqueza y tanta miseria. Uno empieza en el norte, en Marruecos, y sin darse cuenta salta después a Mauritania, Senegal, Guinea…
-¿Qué es viajar a África para ti?
-Es como viajar a lo más profundo de nosotros como seres humanos. Allí está nuestro origen y es posible que también esté nuestro destino final.
-¿Lo que más te sorprende de esta gente?
-La alegría que reflejan sus ojos. En pocos sitios se ríen con tanta facilidad y franqueza como en las aldeas de África.
-¿Se entusiasman fácilmente?
-Entusiasmo no es la actitud más común en África. Son muchos siglos de sometimiento. He visto ilusión en Candemba-Uri con la perspectiva de contar con herramientas no ya del siglo XXI, sino del XX. Y con la idea de crear una cooperativa de mujeres que gestione el uso de las herramientas y maquinaria agrícola que podamos llevarles.
-¿Qué comiste allí?
-Como ellos, menos carne de mono y serpiente. Arroz a todas horas, croqutas de verduras, ternera, cordero y mucha fruta, sobre todo papaya.
-¿Te vestiste como ellos?
-Ellos visten como nosotros, sólo que de manera más pobre.
-¿Cuándo llegaste a Bissau?
-El 25 de diciembre.
-¿Bien?
-Por la noche hubo un intento de golpe de Estado. Tiroteo en el palacio de Gobierno. Dos muertos. Una veintena de militares encarcelados, entre ellos el segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército.
-Ha corrido el rumor de que resulta un tanto peligroso desplazarse contigo cuando abandonas el territorio español.
-Maledicencias. Puedo probar que no tuve nada que ver con eso ni con la muerte en Paris del presidente de la república, Malam Bacai Sanhá, que se produjo cuando regresé a Sevilla. El hombre estaba enfermo t
-No te puedes quejar como periodista.
-Estaba en el sitio adecuado y en el momento preciso, pero sin un medio en el que contar la noticia.
-Hace falta la emisora en la aldea…
-Y una maternidad para el hospital de Bafatá, un nuevo sistema de alcantarillado que evite el surgimiento de aguas fecales junto al quirófano, un nuevo pozo de agua, un sistema de riego que libere a las mujeres y niños de hacerlo con cubos sobre la cabeza…
-¿Por dónde vais a empezar?
-Ese es el problema.