miércoles, 11 de enero de 2012

“Este mundo no ha dejado de ser hermoso”

Las verdades fueron servidas después del postre. Recuerdo que el homenajeado, Ramón Cubero, se levantó y aconsejó al grupo de abogados y amigos que pleitearan por ser felices, porque este mundo, con su carga de hipocresías, deslealtades e ilusiones rotas, todavía no ha dejado de ser hermoso. A continuación lamentó, como profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad hispalense, no haber sabido enseñar a sus alumnos el arte de cobrar a los clientes.
Me contó después que el abogado que ejerce con honestidad su profesión no se puede enriquecer y que el dinero, como dice el Evangelio, viene por añadidura.
-¿Cuándo comenzó a ejercer?
-En 1958, el año en que falleció Pío XII y  nuestro Juan Ramón Jiménez.
-¿La rama del Derecho que más enriquece espiritualmente?
-El Derecho Civil porque regula la vida del hombre desde antes de nacer y hasta después de su muerte porque regula el derecho hereditario.

-¿Está en un sitio seguro el que ha de nacer?
-Depende de la madre.
-¿Cuántos hijos tiene usted?
-Tres.
-¿Se acuerda del color de sus miradas?
-Sí, porque mi mujer me reprocha con fecuencia que no le podido hacer un hijo con los ojos azules o verdes como los tengo yo.
-¿Los de ella?
-Son negros como los de mi hijos.
-¿El enemigo natural del abogado?
-Son el juez y el fiscal. Debemos ganarles siempre.
-¿Hay que ser leal con el adversario?
-Siempre, porque el cliente pasa y con el adversario toma uno café después del pleito.
-¿Defender o acusar?
-Me gusta más está de parte del que tiene razón. Hay gente con la que tengo que ir de acusador , porque creo que si no acuso yo, va a pasar su asunto sin que acusen bien.