martes, 10 de enero de 2012

El andaluz es un ser patético

La droga, me dice el psiquiatra don Pablo Gotor González, es un símbolo de cierta protesta y contestación, porque ayuda a romper la realidad. Las antiguas drogas ayudaban a filtrarla.
-¿Sevilla?
-Ha sido tradicionalmente una vía importante de introdución de la droga en Europa a través de Africa. Sevilla, si no es el primer centro de consumo, es el segundo de España.
-¿Qué es el andaluz?
-Un ser patético al que sólo le interesa lo que puede transformar en sentimiento.
-¿A qué enfermedades está más propenso?
-A las depresiones y a las neurosis. El deprimido vuelve la agresividad hacia él mismo. El enfermo dice: Yo soy un desgraciado, la culpa es mía y no de los otros.

-¿No importan los otros al andaluz?
-El andaluz, en general, está muy pendiente del entorno, tiene respeto a los otros, padece más con el prójimo.
-¿Por miedo al ridículo?
-El ridículo no es más que una sanción social que viene dada por el juicio de los demás. En Andalucía occidental la presencia del otro es mucho más importante. Necesitamos el calor de los demás.
-¿Cómo se traduce esto en política?
-Nuestra sociedad es de una abstención completa y de un gran inmovilismo Para ella lo importante no es el hombre, sino las instituciones que representan.
-¿Se refleja la manera de ser del sevillano en el tráfico?
-En nuestra tierra lo importante son las relaciones cara a cara. Es decir, cuando no me ve el guardia, paso el semáforo en rojo.
-¿Por qué gesticulamos tanto?
-Cuando al andaluz le faltan las palabras, gesticula. La mímica es clave. Aquí ritualizamos mucho las actitudes, por eso se dan con bastante frecuencia las convulsiones entre gente de cierta capa social.
-¿Podrían estar ciertos medios culturales influenciados por la droga?
-Quizá ya que, por ejemplo, la marihuana produce un tipo de filosofía solipsista.