lunes, 30 de enero de 2012

Cómo conseguían puestos escolares

Hubo en Sevilla un gobernador civil y jefe provincial del Movimiento al que sus colaboradores le subrayaban con lápiz rojo aquellas noticias aparecidas en la prensa, relacionadas con su gestión y con el orden público. Así que casi siempre el gobernador tenía a mano una alteración emocional  a la hora del desayuno.
En una ocasión los del lápiz rojo hicieron de las suyas con una fotografía publicada en un periódico local. Al verla el gobernador, se sintió muy ofendido. En la foto, hecha al amanecer, se veía una larga cola de personas que empezaba en la puerta del Colegio Nacional "Victoria Díez". Eran padres que deseaban conseguir  plaza escolar para sus hijos, no importándoles haber pasado allí toda la noche.

El gobernador tenía que hacer algo y airadamente lo llevó a cabo. Llamó por teléfono al entonces alcalde de Sevilla, Félix Moreno de la Cova, y al inspector jefe de Enseñanza Primaria, Luís Montero Bernal, para que se presentaran urgentemente en su despacho.
Cuando les mostró el periódico con la foto, dijo que no sabía cómo toleraban ellos un espectáculo tan indignante y lamentable.
A Montero Bernal se le ocurrió decir:
-Gobernador, no tiene por qué ofenderse, ya que es una buena señal el hecho de que el pueblo se sacrifique para conseguir puestos escolares para sus hijos.
La inesperada respuesta del inspector jefe de Enseñanza Primaria hizo entrar en calma al gobernador, cuya esposa era maestra en ejercicio.
Después hablaron de los desordenes estudiantiles que habían perturbado “la paz pública” en distintos puntos de Sevilla. El gobernador había sancionado con 50.000 pesetas a Camilo Tejera Rodríguez, estudiante y vecino de Camas, a quien consideraba instigador de dichos incidentes. Y a los 38 participantes que más  se destacaron en los desordenes, les impuso multas de 20.000.
Los dos visitantes salieron tranquilos del paraíso del lápiz rojo, donde no se toleraban malas intenciones contra el Régimen.