jueves, 29 de diciembre de 2011

La hembra no quiere que la vean

-¿Y las palomas?, pregunté al profesor Núñez de Arco.
-Aquí no están, contestó.
Se refería al Departamento de Psicobiología de la Universidad de Sevilla. .Eran las nueve de la mañana.
-¿Dónde podemos verlas?, dije.
-En este momento va a ser difícil, porque se encuentran en el palomar de don Adolfo García Soldán, un criador muy experimentado, que nos presta sus ejemplares para estudiarlos. Pero puedo enseñarle un video en el que aparecen comportamientos muy interesantes de palomas.
Comienza la película y enseguida le pido que congele una imagen.
-Es el palomo marchenero, dice.
-Déjelo volar.
-Fíjese en su vuelo alechuzado. Aparentemente parece un vuelo sin sentido. Mete la cola hacia dentro para que el descenso sea menos rápido. Si no lo hiciera, como tiene un buche tan grande, figúrese cómo bajaría.

-¿Equilibra el vuelo?
-Eso es. Observe como su vuelo es más lento y no tan alto como el de las demás palomas.
-Parece que tiene sangre en los ojos.
-Es que son de color rojo. El palomo marchenero tiene distintos grados de pigmentación en el iris. Esto tiene relación con el color de las plumas.
-Pare el video, por favor. ¿Por qué estudia usted a las palomas andaluzas?
-Porque en la medida en que conozcamos en profundidad los mecanismos cerebrales y de comportamiento de los animales, podremos comprender algo mejor el funcionamiento cerebral del hombre.
-¿Persigue usted un descubrimiento?
-Cuando se descubrió la penicilina no se estaba buscando más que una serie de cultivos de hongos. Y el que descubrió la fotografía en color era un hombre que estaba haciendo su tesis doctoral con una serie de manchas cromáticas en unos papeles. Sigamos con el vídeo sobre las palomas andaluzas, bellas en su plumaje, en su tamaño y en su forma de volar.
-¿Por qué picotea el suelo esa paloma?
-Busca cal.
-Ahora se está dando cabezazos contra la pared.
-Está excitada. Sufre una disminución de glucemia.
-¿Y el macho?
-Es tan agresivo con su hembra que una vez que hace la copulación, si a la semana aproximadamente no se ha producido el huevo, vuelve y no la deje moverse del sitio que han elegido como nido ni siquiera para beber agua.
-¿Cómo fue el cortejo?
-Gorjeos, arrastra sus alas por el suelo, la persigue hasta conseguir que ella se vaya a un sitio más oculto para hacer la copulación.
-¿Por pudor?
-Sí. La paloma no quiere que la vean. Es bastante monógama. Es muy fiel con su pareja.
-¿Son mimosos con sus hijos?
-Durante el primer mes de vida, sí. Pero luego procuran que se defiendan por sí mismos. Y si los padres están con el hijo en la jaula, se encargan de mortificarle con picotazos para que emprenda el vuelo.