-He leído tu reciente obra sobre “Algunos asuntos municipales durante la II República en la ciudad de Sevilla.”
-¿De verdad?, me pregunta su autor, Jesús Ruiz Carnal, que es doctor en Ciencias de la Educación. Le respondo que sí y él me pone a prueba:
-Dime algo del mono Fernando.
-Era un animal famoso en Sevilla por sus continuos ataques a los ciudadanos. Y cuando fue capturado, el Ayuntamiento recompensó con 125 pesetas a las dos personas que le habían aprehendido.
-Y en aquella ocasión un capitular dijo de broma que ese mono era fascista porque solo agredía a empleados municipales, añadió el autor.
-¿Te emocionaste cuando seleccionabas las actas capitulares republicanas?
-Sí, con el Frente Popular y cuando leí “el recuerdo que hace el Sr. Collantes de Terán del camarada Dr. Ferrera, víctima de sus ideales, mártir de sus ideas, que fue asesinado a la salida de su casa, sita en la calle Santiago”
-¿Qué te indignó?
-Un caso de despilfarro por parte del Ayuntamiento en la Sevilla de 1933, con 5.000 parados. La entidad municipal, con más deudas que dinero, se gastó cerca de 122.000 pesetas en la compra de dos edificios para instalar una panadería porque podía producir grandes beneficios a la ciudad y a las clases modestas. Pero nunca llegó a funcionar.
-¿De verdad?, me pregunta su autor, Jesús Ruiz Carnal, que es doctor en Ciencias de la Educación. Le respondo que sí y él me pone a prueba:
-Dime algo del mono Fernando.
-Era un animal famoso en Sevilla por sus continuos ataques a los ciudadanos. Y cuando fue capturado, el Ayuntamiento recompensó con 125 pesetas a las dos personas que le habían aprehendido.
-Y en aquella ocasión un capitular dijo de broma que ese mono era fascista porque solo agredía a empleados municipales, añadió el autor.
-¿Te emocionaste cuando seleccionabas las actas capitulares republicanas?
-Sí, con el Frente Popular y cuando leí “el recuerdo que hace el Sr. Collantes de Terán del camarada Dr. Ferrera, víctima de sus ideales, mártir de sus ideas, que fue asesinado a la salida de su casa, sita en la calle Santiago”
-¿Qué te indignó?
-Un caso de despilfarro por parte del Ayuntamiento en la Sevilla de 1933, con 5.000 parados. La entidad municipal, con más deudas que dinero, se gastó cerca de 122.000 pesetas en la compra de dos edificios para instalar una panadería porque podía producir grandes beneficios a la ciudad y a las clases modestas. Pero nunca llegó a funcionar.
-¿Dónde estaban los dos edificios?
-En
la calle Virtud, número 36 y en Constancia, 69. Cuando llegó el
Frente Popular, se plantearon venderla o alquilarla como tahona, pero
fue el franquismo quien la vendió. Actualmente pertenece a la Caja
Rural. El edificio está cerrado.
-¿La Sevilla de la II República y la de ahora coinciden en algo?
-La
que nos ha dejado Monteseirín, excepto en el paro que llega a casi
100.000, es ya muy distinta. Pero es verdad que en algo coinciden.
Ahora se cambian los nombres de las calles por otros más a gusto con la
derecha sevillana, como sucedió con la postura fascista que borró los
nombres de la República en calles o plazas.
-¿Sigues los pasos lentos del señor Zoido?
-Escasamente, pero sí llegan intenciones de que va a dejar en paro a más de 400 trabajadores del Ayuntamiento.
-¿Te sientes mejor persona desde que eres marxista?
-El marxismo sirve también para la vida diaria y sus luchas.
-¿Cómo has explicado la dialéctica marxista?
-Apoyándome
en la parábola del Evangelio, en la que describe la siembra, y su
proceso es enteramente dialéctico: “si la semilla cae en tierra, muere
y de su muerte nace la espiga”. Se siembra (tesis), muere el grano
(antítesis) nace (síntesis), es un ejemplo de los vaivenes de la vida.
-Tu eres “sacerdos in aeternum.”
-Esa es la idea de la teología
y la interpretación que hace la Iglesia de los que hemos sido
sacerdotes. Otra cosa es lo que yo pienso: No, no me considero ya
sacerdote y niego cualquier vínculo con la Iglesia y en varias
ocasiones me he declarado ateo públicamente.
-¿En tus intervenciones ante los del 15/M?
-Quizás.
Yo creo y espero mucho de este movimiento de jóvenes y de minorías de
personas mayores, que se ha hartado de los dos grandes partidos.
-¿Qué atesora ese movimiento?
-Una
gran pluralidad de opiniones y tendencias que están madurando y
apuntando una renovación de la democracia “formal” por una democracia
real y más profunda.
