jueves, 6 de octubre de 2011

La Unión Militar Democrática no es un simple recuerdo

El comandante Luís Otero fue detenido el 29 de julio de 1975 y juzgado por proposición para la sedición. Le condenaron a ocho años de prisión. También detuvieron el mismo día a ocho capitanes. Lo más duro que oyó sobre él durante el consejo de guerra, celebrado en el acuartelamiento de Hoyo de Manzanares, fue verse acusado de rebelión, cuando nunca había tenido intención de cometerla. Intentó nombrar como defensor civil a Tierno Galván, pero no pudo.
-¿Tuvo visos de operación militar su detención?, le pregunto desde un teléfono público.
-En cierta medida, sí, porque no fue sólo mi detención, sino que a la misma hora y en sitios diversos, fuimos todos detenidos. Era una cosa que estaba preparada de antemano.
-¿Qué misión desempeñaba usted en el Ejército?
-Estaba destinado en la Jefatura de Informática del Estado Mayor Central.
-¿Se descuidó en su tarea?
-Ejercía mis funciones con cierta competencia. Unos meses antes de que me detuvieran, había ido a Estados Unidos formando parte de una comisión de jefes y oficiales para estudiar cuestiones relativas a la Informática.

-¿Era un hombre de confianza para sus superiores?
-Hasta que me detuvieron, creía que sí.
-¿Existe en España un cierto antimilitarismo?
-Como militar lo he percibido en algunas ocasiones y hace muchos años. Pero últimamente estos sentimientos se han superado un poco. Pienso que nuestra salida a la luz pública ha contribuido a mejorar la imagen del Ejército.
-¿Ha quedado la Unión Militar Democrática reducida a un simple recuerdo?
-No, en absoluto, ya que representaba un espíritu, dentro de las fuerzas armadas, que defendía que el Ejército no debía estar adscrito a una sola ideología, sino que debía respaldar las líneas políticas que la nación eligiera democráticamente
-¿Está supeditado el Ejército al poder civil?
-No del todo, porque el Ejército es producto todavía del Estado que surgió de la guerra civil. Y durante cuarenta años ha tenido un papel preponderante.
-¿Sabe si alguien ha ascendido a costa de usted?
-No, no creo.
El capitán general de la Segunda Región Militar decidió el sobreseimiento libre y definitivo de la causa que se me instruyó por  un presunto delito de injurias al Ejército, a raíz de la entrevista que hice al ex comandante Luís Otero Fernández, miembro de la Unión Militar Democrática. El fiscal jurídico militar consideró que la última pregunta que figura en la entrevista llevaba implícita la idea de que el Ejército se movía en el plano de la arbitrariedad. Posteriormente la Auditoria de Guerra dictaminó que cuando presté declaración ante el Juzgado Militar Eventual número cinco manifesté que en mi pregunta no había un “animus injuriandi” claro o encubierto contra los Ejércitos.
El ex comandante Luís Otero, gracias a la amnistía, recobró la  libertad. Cuando salió de la prisión, los soldados de servicio le saludaron militarmente y le dijeron “mi comandante”. Su ilusión era volver al Ejército. Pensaba que el espíritu de la UMD tenía que verse reforzado dentro de las fuerzas armadas porque el país marchaba hacia una democracia.