lunes, 27 de junio de 2011

Con Massiel, mientras comía chuletitas de cordero.

En el restaurante del Hotel Colón con  María de los Ángeles Santamaría un día de invierno de hace muchos años.
La joven cantante preguntó al camarero:
-¿Cómo están las angulas?,
-¡Riquísimas!, le respondió.
-¿Tienen gambas o quisquillas?
-No.
-¡Qué lástima! ¿Están frescas las espinacas?
El camarero guarda silencio. La cantante le pregunta:
-¿Podrían  ponérmelas a la catalana, con uvas pasas y piñones salteados?
-Lo siento.
-¡Qué pena! Tráigame, entonces, endivias; se me apetecen mucho por lo frías que están. Y  querría un poquito de apio. Pero yo tengo que comer más, aunque no tenga apetito.
-¿Algo de carne?
-Sí. Póngame chuletitas de cordero, pero muy hechas.

-¿Algo más?
-Agua mineral, de la que tiene agujeritos.
Massiel cierra  la carta del restaurante y  comenta:
-Ya me ha dicho mi hermano que queríais hacerme una entrevista. De haber sabido que me ibais a hacer fotos me hubiera traído puestas las pestañas.
-Saldrás bien, comenté yo, por decir algo;  momento en que Manolo Ruesga hizo uso de la cámara.
-¿Os habéis dado cuenta que vengo sin maquillar?
-No, contestamos con la cabeza. ¿Qué  le íbamos a responder? Y añadimos:
-Nos dijeron en recepción que estabas en la peluquería.
-Sí. Yo voy a la peluquería cuando se me pone el pelo sucio. En verano  ni siquiera voy, porque yo misma me lavo la cabeza y se me seca enseguida. Pero en invierno, como no quiero coger la gripe, prefiero que me sequen el pelo.
-Tenemos mal tiempo en Sevilla.
-Pues hoy  solamente me he bañado, me  he dado unas rayitas de rojo en los ojos y nada más. ¡Tengo tan pocas ganas de arreglarme por la mañana! Estoy harta de tanto maquillaje. ¡Es tan incómodo tenerse que poner las pestañas!
-¿Cómo has pasado la noche?
-Durmiendo.
-¿Bien?
-Muy mal, por cierto.
-¿Echabas algo de menos?
-La cama de mi casa. Más que la cama, la  almohada.  Siempre extraño la de los hoteles.
-¿Cómo te apañas con  el insomnio?
-He descubierto un té que es la mano de santo. ¿Pero sabes a qué hora cogí el sueño?
-No.
-¡A las once de la mañana! Pedí una tortilla y una manzanilla y dormí estupendamente durante dos horas.
Llegan las chuletitas de cordero. Massiel advierte:
-Me gustaría comérmelas  con las manos, sin que me hagáis fotos.
Cuenta que, aunque parezca mentira, después de ganar el premio de Eurovisión, estuvo un año entero sin actuar en TVE,  Ahora va a  clases de canto y de expresión corporal e interpretación. Se considera  una pieza extraña en cualquier sitio donde se la coloque. Su familia cree que es un bicho raro. Lee  las cartas de sus  admiradores. Hace poco le  llegó una de Cuba. Correteó media España, porque las señas estaban mal puestas.
-¿Qué sientes por Fidel Castro?
-Simpatía. Y lo mismo siento por  Salvador Allende.  No los conozco de cerca, pero  me parecen personajes muy interesantes por lo que llevan realizado.
-¿Se te ocurre algo sobre la censura?
-Sobra. La censura se ha cargado canciones enteras. Pero esto no es nada comparado con el daño que pueden hacer a un productor cuando le censuran una película entera. A mi la censura me prohíbe una canción y saco otra
-¿Cómo se hace popular una canción?
-Hay muchas canciones malísimas que se hacen populares porque las ponen cien veces por la radio.El mundo de la canción en España está bastante turbio y en manos de unos cuantos.
-¿Y las buenas  canciones?
-No  todas ven la luz. Ni todas las buenas canciones que ven la luz se hacen populares.
-¿Cuánto te ha costado presentarte en Sevilla?
-Cincuenta mil pesetas.
-¿Que tal has empezado el año?
-Es el primero que he  tomado bien las uvas de la suerte. Antes me hacía un lío con el reloj de la Puerta del Sol. Siempre me faltaban uvas y me sobraban campanadas. Me las tomé con el pie izquierdo levantado para entrar con el derecho en el año nuevo.
-¿De qué te preocupas?
-Ahora de tomar el postre.
-Es lo último.