Aquí se cuenta lo grande que es José María Gutiérrez García y lo pequeño que le hubiera gustado ser una madrugada del año 1984. Y para dar facilidades, abrevia su primer apellido.
-¿Recuerdas los nombres de personas y de libros que te hayan hecho mejor?
-Uno es el resultado de muchas experiencias y muchas observaciones. Siempre hay una persona que te deja un sello, el problema viene cuando esa persona pega un giro de ciento ochenta grados y te deja fuera de juego.
-¡Vaya!
-Por eso es importante reflexionar y la lectura te ayuda mucho para conocer caminos o para reafirmarte en ideas que te revolotean. La Hoguera de la Vanidades, es de los libros que recuerdo con mayor agrado.
-¿En qué tienes fe ciega?
-Me lo creo todo hasta que descubro el truco.
-¿Qué buen pensamiento te acompaña siempre?
-Hacer feliz a los que me rodean y convencerles de que, ser buena persona es un ejercicio que es bueno para la salud.
-¿Te hizo más cuerdo el Loco de la Colina cuando trabajaste en su ya lejano programa radiofónico?
-Para mí fue una auténtica escuela de periodismo en mis más remotos inicios en esta profesión en 1982. Un programa muy cuerdo, lo único loco era el título. Creo que fue el programa donde mejor se ha practicado el género de la entrevista que es el género que más me gusta del periodismo.
-Ya que estudiaste en la Facultad de Geografía e Historia, sabrás cuáles son los puntos cardinales de tu vida.
-Mis dos grandes pasiones son la Historia y la navegación. La espinita que tengo clavada es no haber sido profesor americanista en la Hispalense o haber investigado sobre la ruta de Magallanes. Por eso, los puntos cardinales de mi vida son: el mar, la gente, la imaginación y la libertad.
-¿Te gusta hacer deporte?
-Sí. Y vivir con la filosofía caballeresca del deporte. Con la profesionalización del deporte se gana en espectáculo pero se pierden virtudes humanas fundamentales.
-¿Notas si un deportista se ha dopado?
-Eso lo puede notar el que compite a su lado. Viéndolo competir es difícil saberlo. Pero, cuando me entero lo desprecio.
-Así que posible tesorero de la APS. ¿Eres un banquero frustrado?
-No llevo las finanzas ni en mi casa. Sin embargo, para llevar la tesorería de la APS tan sólo se necesita saber las cinco reglas: sumar, restar, multiplicar, dividir y tener honestidad
-¿Cómo piensas hacer rica a la Asociación en estos tiempos de angustia?
-Con trabajo, imaginación y buena gestión. La segunda Asociación de periodistas del país, por número de asociados, debe tener fuerza suficiente para encontrar fuentes de ingresos que faciliten a los periodistas sevillanos unas condiciones interesantes para todos.
-¿Lo que más te gusta de la candidatura de Rafael Rodríguez?
-Que trabaja con la verdad por delante.
-Una curiosidad. ¿En la madrugada del 26 al 27 de septiembre qué hacías ante el cadáver de Paquirri y el dolor de la Pantoja?
-Lo primero fue saltarme los controles que pusieron delante del domicilio de la Pantoja. Una vez allí tuve que disimular e intentar que, mi metro ochenta y cinco, pasara desapercibido porque, no querían ningún periodista dentro de la casa (son momentos en los que echas de menos no ser más bajito).
-Y una vez dentro…
-Abrí los ojos y los oídos todo lo que pude y me empapé del dolor de una Pantoja muy joven que, junto a su madre y a su pequeño Paquirrín, que dormía en un cuarto oscuro colindante a donde estaba el féretro, vomitaba frases que parecían sacadas de letras de canciones "...te ha llevado tu toro" "era lo que querías". La verdad que fueron unos momentos que me impresionaron. Era la intimidad más dolorosa de Isabel Pantoja.
-¿Recuerdas los nombres de personas y de libros que te hayan hecho mejor?
-Uno es el resultado de muchas experiencias y muchas observaciones. Siempre hay una persona que te deja un sello, el problema viene cuando esa persona pega un giro de ciento ochenta grados y te deja fuera de juego.
-¡Vaya!
-Por eso es importante reflexionar y la lectura te ayuda mucho para conocer caminos o para reafirmarte en ideas que te revolotean. La Hoguera de la Vanidades, es de los libros que recuerdo con mayor agrado.
-¿En qué tienes fe ciega?
-Me lo creo todo hasta que descubro el truco.
-¿Qué buen pensamiento te acompaña siempre?
-Hacer feliz a los que me rodean y convencerles de que, ser buena persona es un ejercicio que es bueno para la salud.
-¿Te hizo más cuerdo el Loco de la Colina cuando trabajaste en su ya lejano programa radiofónico?
-Para mí fue una auténtica escuela de periodismo en mis más remotos inicios en esta profesión en 1982. Un programa muy cuerdo, lo único loco era el título. Creo que fue el programa donde mejor se ha practicado el género de la entrevista que es el género que más me gusta del periodismo.
-Ya que estudiaste en la Facultad de Geografía e Historia, sabrás cuáles son los puntos cardinales de tu vida.
-Mis dos grandes pasiones son la Historia y la navegación. La espinita que tengo clavada es no haber sido profesor americanista en la Hispalense o haber investigado sobre la ruta de Magallanes. Por eso, los puntos cardinales de mi vida son: el mar, la gente, la imaginación y la libertad.
-¿Te gusta hacer deporte?
-Sí. Y vivir con la filosofía caballeresca del deporte. Con la profesionalización del deporte se gana en espectáculo pero se pierden virtudes humanas fundamentales.
-¿Notas si un deportista se ha dopado?
-Eso lo puede notar el que compite a su lado. Viéndolo competir es difícil saberlo. Pero, cuando me entero lo desprecio.
-Así que posible tesorero de la APS. ¿Eres un banquero frustrado?
-No llevo las finanzas ni en mi casa. Sin embargo, para llevar la tesorería de la APS tan sólo se necesita saber las cinco reglas: sumar, restar, multiplicar, dividir y tener honestidad
-¿Cómo piensas hacer rica a la Asociación en estos tiempos de angustia?
-Con trabajo, imaginación y buena gestión. La segunda Asociación de periodistas del país, por número de asociados, debe tener fuerza suficiente para encontrar fuentes de ingresos que faciliten a los periodistas sevillanos unas condiciones interesantes para todos.
-¿Lo que más te gusta de la candidatura de Rafael Rodríguez?
-Que trabaja con la verdad por delante.
-Una curiosidad. ¿En la madrugada del 26 al 27 de septiembre qué hacías ante el cadáver de Paquirri y el dolor de la Pantoja?
-Lo primero fue saltarme los controles que pusieron delante del domicilio de la Pantoja. Una vez allí tuve que disimular e intentar que, mi metro ochenta y cinco, pasara desapercibido porque, no querían ningún periodista dentro de la casa (son momentos en los que echas de menos no ser más bajito).
-Y una vez dentro…
-Abrí los ojos y los oídos todo lo que pude y me empapé del dolor de una Pantoja muy joven que, junto a su madre y a su pequeño Paquirrín, que dormía en un cuarto oscuro colindante a donde estaba el féretro, vomitaba frases que parecían sacadas de letras de canciones "...te ha llevado tu toro" "era lo que querías". La verdad que fueron unos momentos que me impresionaron. Era la intimidad más dolorosa de Isabel Pantoja.